La presión ejercida por la Plataforma en Defensa de las Playas Naturales del Sur de Cullera comienza a dar sus frutos. El Gobierno de España se ha comprometido ante el alcalde, Jordi Mayor, y los representantes del colectivo vecinal a buscar una solución duradera a la erosión que sufre el litoral, muy agravada durante el último medio siglo.

La preocupación por la pérdida de los arenales situados al sur de la desembocadura del Xúquer se agrava con cada temporal que azota la zona. El subdelegado del Gobierno, José Roberto González Cachorro, ha anunciado que en breve se licitará un estudio particularizado de esa zona. Los responsables de Costas admiten que se trata de uno de los puntos del Mediterráneo valenciano que mayor retroceso ha experimentado en las últimas décadas.

Las soluciones aplicadas hasta ahora, basadas en la aportación de arena trasvasada desde las playas situadas más al norte, se han demostrado ineficaces, ya que el fuerte oleaje de los temporales acaba erosionando otra vez las playas. Costas asegura que, hoy por hoy, estos trasvases son la única solución viable, aunque la intención es buscar alternativas encaminadas a la recuperación definitiva de los arenales.

Clara Grau, coordinadora de la Plataforma, salió de la reunión con un moderado optimismo. «La primera toma de contacto ha sido muy positiva, nos han propuesto diálogo ante cualquier actuación futura o duda que tengamos». González Cachorro les aseguró que esa zona de Cullera era prioritaria para el Gobierno. Por su lado, el alcalde reiteró su voluntad de «trabajar de forma conjunta para lograr soluciones».

La «larga mano» del hombre

El sistema natural de protección de las playas de Cullera se vio trastocado cuando la Administración, promovió la construcción en 1954 de diques de encauzamiento a base de escollera en la desembocadura del río. A inicios de los 80, pese a que ya se había comprobado su efecto negativo, el del norte de la desembocadura fue prolongado unos 175 metros más. Estas intervenciones propiciaron la erosión hasta el punto de retroceder en varios metros la línea de la orilla en comparación con la situación anterior a 1954. Algún tramo de playa ha desaparecido.