Los drones pueden revolucionar la agricultura y ayudar en su superviviencia. La EFA La Malvesía de Llombai lo tiene claro. Un grupo de 15 docentes de Holanda, Dinamarca y España ha aterrizado esta semana en el centro de promoción rural de la Ribera para combinar tradición y tecnología a través del programa Drone European Platform (DEP). Saben que estos aparatos inteligentes no tripulados aplicados al mundo agrario cuentan con un valor añadido, ya que su generalización podría ayudar a una mejor optimización de los recursos. Son pájaros, pero fabricados de metal y plástico. Contienen las alas de la ilusión y dejan un rastro de la esperanza con sus maniobras. Y es que el porvenir de la agricultura se ve mejor desde arriba. En el ámbito académico no hay dudas. Con su aplicación detectan lo que el ojo humano no ve y permiten ampliar las inspecciones de manera más exhaustiva. No es la única ventaja. Beneficios existen muchos: detección temprana de enfermedades y plagas en cultivos, supervisión de áreas fumigadas, indicadores de calidad en cultivos, generación de inventarios de cosechas, monitoreo de grandes extensiones y un largo etcétera.

Durante cinco días profundizarán en la construcción de un dron, conocerán toda la legislación vigente relacionada con el tema y pondrán a prueba su proyecto. Unas competencias que en los próximos meses transmitirán e implementarán en el proceso de aprendizaje y en la formación de sus docentes y su alumnado. Todo con la meta de que conozcan las últimas novedades y entren al mercado laboral completamente formados. No solo eso. Con este proyecto europeo se va más allá y se busca establecer una red de conocimiento e intercambio de ideas que ayude a adquirir las habilidades necesarias para usar drones, por lo que la puesta en común es realmente importante.

Poco a poco, estos artilugios están permeando en los campos ribereños, aunque todavía a cuentagotas, pues el agricultor ve lejos esa transformación digital. Y ese es el choque que permanece entre la tecnología innovadora y los labradores, demostrar que la toma de datos y la racionalización de los gastos puede resultar un beneficio real en el futuro. El propósito de la EFA La Malvesía: que a los picos, las palas, las cosechadoras, las abonadoras y los tractores, se les unan los drones. "Es un proyecto internacional cuyo objetivo es crear una plataforma de conocimiento del mundo de los drones aplicado al sector agrario y a las escuelas de formación profesional dedicadas a este ámbito. Vamos a generar una plataforma web donde los usuarios podrán compartir información, tener acceso a material didáctico, a un curso donde se expondrá paso a paso la construcción de drones y a un manual sobre la aplicación de estos aparatos en la agricultura de precisión", señalaron José Luis Sebastián, Selina Martin y Miguel Guasp, coordinadores del programa.