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La crecida del río aísla durante 2 días a medio centenar de chalés en Turís

Los residentes piden al consistorio que eleve el badén de acceso como hizo en un paso del Magro

La crecida experimentada en el último episodio de lluvias por el río Juanes o Buñol, un afluente que desemboca en el Magro a su paso por Turís, ha dejado incomunicados durante prácticamente 48 horas a los residentes en la urbanización Peña la Nota, una zona de diseminados con más de 50 viviendas, de las que aproximadamente la mitad está ocupadas durante todo el año, según detallan los vecinos.

El acceso principal y casi único a esta partida conocida también como Pla de Tortosa cruza el cauce fluvial a través de un badén que queda bajo el agua cuando aumenta el caudal del río. Se da la circunstancia de que algunos aficionados al motociclismo que habían alquilado una vivienda con motivo del Gran Premio de Cheste no pudieron desplazarse el viernes al circuito al encontrarse el camino cortado, explicaron los residentes.

Los vecinos reclaman al Ayuntamiento de Turís una elevación del acceso a esta partida rural que aumente también los vanos existentes bajo la calzada para evitar que, como sucede de forma cíclica, sus viviendas queden incomunicadas. Recuerdan que muy cerca de este punto, aunque ya en el cauce del Magro, el ayuntamiento ha elevado un badén para evitar que se inunde cuando hay una crecida.

Tres vehículos atrapados

Los residentes elevaron también una queja a la Confederación Hidrográfica del Júcar que, según expone Ángel Torres, uno de los promotores, ha contestado que esta intervención correspondería hacerla al ayuntamiento tras recabar las autorizaciones oportunas del organismo de cuenca.

Los vecinos recuerdan que el ayuntamiento dragó el cauce del río a ambos lados del badén con el objetivo de mejorar la seguridad, pero señalan que los tres pasos de agua que hay no tienen el diámetro suficiente «y se van taponando con la acumulación de cañas», lo que propicia que el agua pase por encima de la carretera.

Cabe recordar que, en este mismo badén, la Guardia Civil tuvo que rescatar hace escasamente dos años al conductor de un turismo que se vio arrastrado por la corriente y acabó sobre el techo del vehículo a la espera de recibir auxilio. En aquel temporal de diciembre de 2016 se vieron atrapados en este lugar tres vehículos. El dragado del cauce del río Buñol no evitó que pocos meses después, en marzo de 2017, el acceso volviera a quedar anegado. Los vecinos que conocen el terreno admiten que hay otros caminos que permiten salir en dirección a Alborache aunque alertan de que no sólo se da un gran rodeo sino que pueden resultar muy peligrosos, especialmente cuando llueve.

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