El alcalde de Alzira, Diego Gómez, ofreció a los vecinos de Les Basses lo que podría considerarse el «relato de los hechos». Con toda la información recopilada, Gómez destacó la excepcionalidad del episodio de lluvias de la madrugada del pasado viernes. «No podíamos saber cómo se estaba inundando Alzira, los tres barrios se anegaron en tres cuartos de hora», argumentó.

La máxima autoridad municipal explicó que, pasada la media noche, se «intentaba controlar el agua que había en la rotonda de la CV-50». «Si llegaba a la glorieta de los pubs, sabíamos que entraría en Les Basses», añadió. Gómez se mostró perplejo por lo que ocurrió a continuación: «Fue algo inusual y desproporcionado. De repente, aunque se había eliminado la alerta roja, cayeron 2,4 litros por metro cuadrado al minuto. El agua saltaba como un caballo desbocado los lechos de los barrancos y avanzaba a gran velocidad. El primer barrio en inundarse, para sorpresa de todos, fue l'Alquenència. Y en tres cuartos de hora se anegaron también Les Basses y Venècia».

Buena parte de los reproches, como ha ocurrido en los pasados días, se dieron porque los vecinos consideraron que el ayuntamiento podría haber hecho alguna cosa más para alertar a la población. «No hacía falta sacar a la calle todas las sirenas y crear una alarma social porque habría sido peor, se consideró que era más peligrosa cualquier acción de evacuación», respondió el alcalde.

Muchos de los vecinos insistieron en narrar una a una sus experiencias personales, incluso cuando no tenían el turno de palabra. «Nunca antes me había llegado el agua donde hasta esta vez», repetían, pese a que ya se les había explicado que el episodio fue «inusual» (término que incluso han utilizado los meteorólogos para calificar la tromba de la pasada semana). Por último, Gómez insistió en que el ayuntamiento sigue a la espera de más notificaciones de daños para poder solicitar ayudas institucionales.