«Es un gesto pero no se hace porque sea un gesto». Las palabras del portavoz de Més Algemesí, Josep Bermúdez, sobre la aprobación de los presupuestos municipales gracias a su apoyo denotan los complicados tiempos que se viven para el discurso político, imbuido ya por la estrategia electoral de una campaña de varios meses que desembocarán en los comicios de mayo de 2019. Los resultado de 2015 ofrecieron un panorama, a priori, bastante favorable para la izquierda de Algemesí. El pacto del PSPV-PSOE y Esquerra Unida dio la alcaldía a Marta Trenzano pero el que en un principio se situaba como un aliado (dada la proximidad ideológica) acabó convirtiéndose en un látigo que hizo mucho daño al ejecutivo, mientras el PP se frotaba las manos.

A pocos meses de las elecciones, las rencillas han quedado olvidadas y el entendimiento ha sido total para aprobar los últimos presupuestos de la legislatura. «Si hubiésemos querido buscar excusas para no aprobarlos, lo hubiéramos podido hacer. Pero no nos ha movido la estrategia electoral y hemos actuado así porque son unas buenas cuentas para los vecinos y vecinas de Algemesí. Además, ninguna de las dos partes se cerró a nada en la negociación y se mostró dispuesta a llegar a acuerdos. Propusimos una serie de medidas que sabíamos que no podían ser admitidas pero nada fue innegociable y hemos llegado a un acuerdo en el que se recogen muchas de nuestras iniciativas, lo que nos permite estar contentos con el presupuesto», argumentó ayer a este periódico el portavoz de Més Algemesí, Josep Bermúdez.

Sin embargo, la agrupación defiende que el pacto temporal no se debe vender como el fin de la oposición. «Cada tema tendrá su tratamiento. No hay un cambio de estrategia y la verdad es que Més Algemesí es normalmente previsible porque tiene claros sus puntos», expresó Bermúdez, quien aceptó que la relación entre su formación y el equipo de gobierno ha sido, durante toda la legislatura, «agridulce».

Puntos de acuerdo

El año pasado Més Algemesí se alió con el PP para tumbar unos presupuestos que después salieron adelante gracias a varias modificaciones. En esta ocasión no se ha necesitado de una segunda vuelta.

Las cuentas para el año próximo prevén una inversión de medio millón de euros para la construcción de la futura piscina descubierta de la ciudad, que se ubicarán en la zona del polideportivo. No será suficiente pero supondrá un primer paso importante. Además, a propuesta de Més Algemesí ,se destinarán 30.000 euros a la elaboración de un estudio arquitectónico para la construcción de un nuevo trinquet en el mismo polideportivo, con vistas al futuro. En el apartado social se ampliará la partida para cooperación, que se aproximará al 0'7 % y se aumentará la partida para la compra de material de las escuelas infantiles.

La mayor inversión en la Oficina Técnica Económica permitirá mejorar el salario de los trabajadores y contratar, a media jornada, a una administrativa, lo que cumplirá con un compromiso con las asociaciones empresariales locales, que recibirán un 15 % más en su subvención anual. En las escuelas infantiles municipales se crean las tres plazas de educadoras para evitar el cambio a mitad de curso y se complementará con dos nuevas plazas de limpiadoras. Por último, como medidas pactadas con Més Algemesí, se mejorará el sueldo de algunos empleados públicos. Dicen que dos no riñen si uno no quiere.