Cullera se enfundó las zapatillas y celebró la XXXV edición de la Volta a Peu, uno de sus eventos deportivos más destacados de cuantos se celebran en la ciudad de la Ribera Baixa. En la carrera, que gozó de un agradable ambiente festivo, participaron cerca de 500 corredores, cifra superior a la pasada edición, a pesar de que muchos atletas que suelen participar en este tipo de pruebas están inmersos en la preparación de la Marató de València.

Fernando Hernández Soto, del Fondistas de Silla, y Claudia Guillem Luz se alzaron con los oros en la general. Ambos registraron en línea de meta unos tiempos de 44 minutos y 29 segundos y 54 minutos y 57 segundos, respectivamente.

El podio masculino lo completaron los cullerenses Helidoro Hernán del Almirunning Cullera con 45'01" y Toni Pérez Panero del Atletismo Cullera con 45'16".

En féminas fue plata Nadia Crisan del CE La Porte Fresca quien tardó 56'39" en completar el recorrido, cerrando el podio la cullerense Sandra del Moral quien tardaba 59 minutos.

Los premios a los mejores locales fueron a parar a manos de Heli Hernán y Sandra del Moral, quienes además del trofeo conseguían un regalo en metálico de 100 ? gentileza de la asociación empresarial Acecu Cullera.

La Junta Local Fallera de Cullera participó este año en el evento aportando voluntarios que ayudaron durante el transcurso de la carrera. Además, por segundo año consecutivo se otorgaron tres premios a los mejores corredores falleros. Heli Hernán de la Falla Taüt se alzó como el mejor fallero masculino, Ana Bisbal de la Falla la Bega, como mejor fallera participante y esta misma comisión se alzaba con el galardón a la falla más participativa.

En esta edición la representación femenina siguió aumentando en casi 4 puntos porcentuales respecto a la anterior, situándose en aproximadamente un 29 %, lo que demuestra la cada vez mayor integración de la mujer en el deporte.

El circuito, considerado de dificultad media, dio comienzo en el paseo Doctor Alemany, abriéndose paso por la costa hasta llegar al Faro. El retorno, por su parte, tuvo lugar por la cara oeste de la montaña.