La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) sólo permitirá acondicionar el camino que discurre junto al barranco de la Casella con materiales propios de la rambla, es decir, compactando tierra y piedras propias de unos arrastres que, tras el último temporal, han vuelto a desdibujar el que históricamente ha sido el acceso principal a los campos ubicados en este rincón del término de Alzira. El ayuntamiento, por su parte, se ha comprometido a buscar un acceso alternativo que evite la utilización del barranco como camino y ofrezca una solución «definitiva» a lo que en los últimos años se ha convertido en un motivo de fricción con el organismo de cuenca, que no reconoce la existencia del camino y alega que todo forma parte del cauce del barranco.

Son las principales conclusiones de la reunión que una comitiva municipal encabezada por el concejal de Agricultura y Medio Ambiente, Pep Carreres, mantuvo ayer con técnicos de la CHJ para buscar soluciones a diferentes puntos «calientes» a lo largo del barranco de la Casella, uno de los más temidos en Alzira. Carreres detalló que el ayuntamiento se dispone a acondicionar este camino para garantizar la accesibilidad a los campos y las viviendas, de forma que los agricultores puedan sacar la naranja, pero indicó que la CHJ había dejado claro que en estos trabajos de reparación únicamente se podrá utilizar «el material propio del barranco, sin añadir nada», comentó. Estas reparaciones se contemplan como solución mientras no se disponga de una alternativa viable. No obstante, el edil señaló que el ayuntamiento pide una solución integral para el barranco que incluya desde la problemática de este camino del curso medio-alto a la desembocadura.

«Queremos que todo se ponga en un mismo lote, que se realice una planificación que incluya el camino, el punto negro que representa el Pont de Xàtiva, el punto negro de la desembocadura del barranco de Barxeta o el colector de les Basses que vierte al barranco. Está claro que existen unos usos y costumbres de cerca de 200 años por los que la gente utiliza este paso para acceder a sus campos, pero el cambio climático va a traernos episodios de lluvias muy fuertes y los barrancos son para desaguar. Nos hemos comprometido a buscar una alternativa a largo plazo de accesibilidad, estudiar una alternativa al camino porque el barranco tiene que ser barranco», señaló Carreres.

El edil comentó que el gobierno municipal es consciente de que se trata de una actuación muy costosa, pero reclamó la implicación de todas las Administraciones superiores. «El ayuntamiento pondrá de su parte lo máximo posible, pero queremos soluciones definitivas, aunque sea por fases», incidió.

Cabe recordar que la reparación con hormigón de este camino rural que discurre junto al barranco y que la CHJ considera que es parte del mismo provocó un expediente sancionador y un litigio entre el ayuntamiento y el organismo de cuenca que derivó en una sanción de 9.000 euros al ayuntamiento y la orden de eliminar el hormigón. Los arrastres del último temporal han dejado su huella en este camino que ya presentaba tramos muy deteriorados. Carreres defendió la conveniencia de acercar posturas con la CHJ y evitar litigios como el que perdió el consistorio.