El Ayuntamiento de Alberic ordenó ayer el desalojo preventivo de la vivienda colindante al inmueble protegido de 1799 que se desplomó el jueves en la céntrica Plaça de la Constitució y causó daños en el retén policial. Los técnicos municipales dedicaron buena parte de su jornada laboral a analizar el estado del derrumbe y continuar con la evaluación de riesgos iniciada tras el incidente. Pese a que no consideraron que existiera un peligro suficiente como para afectar a la casa contigua, se optó por la precaución y se instó a sus habitantes a abandonarla temporalmente. Asimismo, el consistorio que preside Toño Carratalá presentará un ultimátum a los propietarios de la vivienda derruida para que realicen la intervención oportuna para, de ese modo, garantizar la seguridad del entorno.

La céntrica plaza congrega varias viviendas (alrededor de una decena) que gozan de algún tipo protección por su riqueza arquitectónica y su valor histórico. En el caso de la derruida, son el techo y la fachada sus elementos más destacados y, por ende, los que cuentan con dicha protección.

El inmueble, en manos de una sociedad de la que forman parte varios herederos, presenta un estado muy deteriorado. De hecho, sus propietarios habían sido apercibidos en algunas ocasiones por las autoridades locales por el estado de abandono y por el riesgo que representaba su insalubridad. «Ya se inició un expediente en su día», comentaba al respecto Carratalá, que prosiguió: «Pero, visto lo ocurrido, no podemos quedarnos de brazos cruzados. Vamos a darle un plazo inminente a los propietarios para que retiren la cubierta y, así, poder garantizar la seguridad». Si se exceden del período marcado, el propio ayuntamiento se encargará de las obligaciones de los propietarios y les revertirá los costes de manera subsidiaria.

Atención policial

El desalojo de la vivienda colindante no es el único ni el primero, ya que antes fue el turno del retén de la Policía Local, cuya pared medianera también sufrió daños a consecuencia del derrumbe. Desde ayer, los agentes operan desde el propio ayuntamiento (a escasos metros), donde se presta el servicio de atención ciudadana. Apenas pisan la comisaría en viajes de ida y vuelta para obtener el material necesario y así seguirá siendo, por ahora. «No volverán a las dependencias hasta que esté garantizada la seguridad de los propios agentes y de los vecinos», aseguró la máxima autoridad municipal.

Pese a que el servicio de información al ciudadano se presta ahora en el ayuntamiento, no se descarta un futuro traslado, «aunque siempre en la plaza, que es el sitio al que los vecinos están acostumbrados», sentenció el alcalde.