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La casa señorial de Sinyent es un siglo más antigua de lo que se creía

Los expertos hallan datos de 1240 Es uno de los edificios señoriales más primitivos del viejo reino

El plan director de la Granja de Sinyent elaborado a contrarreloj por un equipo multidisciplinar de técnicos tras los desperfectos que el temporal de julio provocó en el conjunto histórico ha permitido descubrir que la construcción de tipología gótica se levantó sobre un edificio preexistente de época foral, de finales del siglo XIII o principios del XIV, desde el que se gestionaba el paso existente del Xúquer en este punto. Los expertos consideran que se trata de uno de los edificios de carácter señorial más primitivos que se han localizado del antiguo Reino de València -anterior incluso a l'Alqueria del Moro, que estaba considerada la más antigua-, si bien fue transformado a partir del año 1326, tras su adquisición por Pedro Fernández de Campedró en nombre del Monasterio de la Valldigna para utilizarlo como granja cisterciense, según ha explicado el director del equipo que ha elaborado el plan director, Ignacio Matoses, experto en restauración arquitectónica.

El amplio estudio realizado como base del plan director detalla que la primera noticia que se tiene del Lloch de Sinyent data de 1240 en el libro «Donationum regni Valentie» mientras que un registro de la Real Cancillería de 1267 evidencia que los ingresos derivados de la gestión del paso del río por este punto, que se cita como la «barcha de Corbera», eran muy superiores a lo que se recaudaba por cultivos como el trigo o la cebada o por otros privilegios como el «furnum» de Riola.

El análisis arquitectónico que realizan los técnicos expone que los edificios que conforman la Casa del Lloch de Sinyent responden a usos diferenciados en el ámbito de las construcciones agrícolas, siendo la construcción principal «la más compleja ya que todo parece indicar que en un primer momento albergó una edificación de carácter señorial, en la época foral, tras la reconquista, y hasta su adquisición por el Monasterio de la Valldigna», expone el documento, que detalla que formaría parte de este volumen primigenio la crujía sur del edificio principal y los testeros «abarcando hasta el alzado norte». «Por tanto, esta parte del edificio respondería al tipo de casa señorial, en una fase muy primitiva, con una implantación muy cercana a las construcciones andalusíes; de hecho, se encuentran otros elementos muy próximos a la arquitectura islámica como las aspilleras», incide el estudio.

Explotación sedera

Corresponde a la etapa como granja cisterciense, una de las que conformaban la red de suministro y abastecimiento del monasterio de la Valldigna, la galería de arcos que caracteriza al edificio ya que se debió utilizar como granero. Matoses detalló que durante el siglo XVII, tras las crisis agrícolas ocurridas en el siglo XVI, el entorno quedaría deshabitado y descuidado «por lo que el conjunto se arrienda y se reforma, adaptándose al uso de explotación sedera al que se destinará, proliferando las plantaciones de morera».

El presidente de AVA, Cristóbal Aguado, aprovechó el martes la visita de la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, a la Granja de Sinyent para comentarle que los trabajos para la redacción del plan director habían descubierto que, en realidad, se trataba de un edificio del siglo XIII. También aprovechó la presencia de la dirigente de la Generalitat para pedirle expresamente la colaboración de las distintas administraciones públicas para acometer un proyecto de rehabilitación cuyo coste se ha estimado en torno a dos millones de euros.

El plan director es el resultado de un estudio exhaustivo del conjunto en sus diferentes vertientes, histórica, social, material, constructiva, paisajística o funcional, que se completa con una programación temporal de las intervenciones que ordena los trabajos que se deben realizar en atención a criterios de urgencia, estabilidad estructural, estanqueidad o requisitos de uso, entre otros aspectos.

El proyecto ha sido redactado por un equipo multidisciplinar formado por nueve especialistas de restauración, arquitectura, historia y arqueología.

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