La mayoría de los 23 detenidos en esta operación contra el tráfico de drogas forman parte de un mismo clan familiar que ya había sido desarticulado en dos ocasiones con anterioridad. Sin embargo, los miembros de la familia que en esos momentos quedaron en libertad han logrado reorganizar el grupo hasta crear esta organización que la policía considera muy profesionalizada y que distribuía tanto marihuana de producción propia como cocaína y heroína que lograba a través de otros proveedores. La policía atribuye a los implicados un presunto delito contra la salud pública así como otro de pertenencia a organización criminal, mientras que en la última redada también se requisó un arma de fuego en un registro.