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Carlet se aproxima al río Magro

El ayuntamiento asume un proyecto arquitectónico que redibuja el entramado urbano - Se crean tres zonas: el río y el bosque de ribera, un espacio de filtro con la ciudad y otro fluvial en medio

Recreación del río Magro a su paso por Carlet utilizada por la cooperativa de arquitectos que ha realizado el proyecto de integación. vicent m. pastor

Carlet quiere cambiar su relación con el Magro. Durante años, como otros muchos municipios, ha vivido de espaldas al río. Pero tiene en mente darle un vuelco a la situación. Esta semana la cooperativa de arquitectos Crearqció ha presentado su proyecto para integrar el Magro en la ciudad. El documento, sobre el que ya trabaja el consistorio, plantea soluciones a largo plazo para mejorar la relación entre el espacio urbano y el natural de modo que exista una transición suave entre ambos.

Según explicó Jaume Puchalt, portavoz de Crearqció, el objetivo del denominado Estudi de viabilitat del Parc de Ribera pretende «integrar el río en el entramado urbano de manera sostenible» ya que, hasta la fecha, «se había realizado un dique de contención que lo dejaba asilado». El proyecto parte de la visión de tres zonas en el río y su entorno, el espacio principal, que sería el flujo de agua y el bosque de ribera asociado que tiene que estar especialmente protegido. Un segundo espacio que se denominaría parque urbano, que sería la zona de filtro entre la trama urbana y el río, y un tercer espacio, una franja intermedia entre el parque urbano y el bosque de ribera donde se tiene que desarrollar el Parc de Ribera o Parc d'Enmig como un espacio fluvial. Todo ello, haciéndolo compatible con otros usos urbanos, como son las zonas deportivas ahora preexistentes en el lecho del río. «No podemos continuar explotando ni urbanizando el Magre», comentó al respecto Puchalt.

Entre las propuestas concretas y soluciones que se plantean hay que destacar la necesidad de conseguir la continuidad del flujo del agua del río sin interrupciones por su lecho, ya que actualmente queda entrecortado por la cimentación del puente, que provoca un escalón insalvable para la fauna acuática. La conexión entre la alameda y el otro tramo de malecón o la puesta en valor la fachada urbana de cara al río, dignificando por ejemplo la fachada fluvial del mercado municipal con el desarrollo de una nueva plaza, son algunas de las diez intervenciones en las que se puede dividir el proyecto.

Además, en otros tramos del río se plantea la creación de zonas ajardinadas abiertas que enlacen el río y el entramado urbano. Del mismo modo, se apuesta por integrar las zonas deportivas en el río de una nueva manera sin levantar muros y barreras que protejan las infraestructuras, sino creando espacios integrados s que sean susceptibles de ser utilizados de acuerdo con los ciclos fluviales.

Puchalt subrayó, no obstante, que la presentación del proyecto es solo un primer paso: «Lo que se busca es aunar esfuerzos de la administración y de la ciudadanía de modo que se pueda reunir un equipo multidisciplinar que ayude a cumplirlo. Hay muchos objetivos y algunos necesitan de una transformación social. En definitiva, se trata de un cambio que abarca, incluso, la cultura y la manera de entender el río».

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