La interminable combustión del incendio declarado el pasado sábado en una nave industrial abandonada y convertida en un vertedero ilegal, trae de cabeza no sólo a los bomberos sino también a las autoridades locales, a los dirigentes autonómicos y a los rectores del parque natural de l'Albufera. El fuego está controlado pero no extinguido y queda todavía por decidir qué opción se elige para dar por concluido el siniestro. Se barajan dos opciones: Una pasa por sofocar el incendio con agua para acelerar la solución. Esta medida obligaría a controlar y recoger los restos del agua con garantías suficientes para que no llegaran a contaminar l'Albufera. Y la otra alternativa consistiría en dejar que el fuego consuma el material acumulado, removiendo los residuos para lograr una combustión más rápida, aunque esta segunda elección exigiría realizar análisis constantes sobre la calidad del aire, que ahora «es nocivo pero no tóxico». La decisión se tomará antes del miércoles.