La población de Sollana dice basta tras casi dos semanas con el incendio declarado en el vertedero activo y humeante. El ayuntamiento pondrá en marcha a lo largo del día de hoy -a mucho tardar, mañana, según fuentes del consistorio- una campaña de recogida de firmas con la que intentará acelerar al máximo la petición de soluciones claras para esta antigua planta de reciclaje de maderas. En último término, la intención es conseguir el cierre definitivo de la instalación, que se encuentra abandonada desde que echase el cierre en 2015 y convertida en vertedero ilegal desde entonces.
El Ayuntamiento de Sollana, a la espera de nuevas reuniones entre los diferentes entes implicados en la extinción del incendio, lo tiene todo preparado para iniciar esta recogida de firmas. El escrito que podrán suscribir los ciudadanos hace constar la más firme protesta veicnal ante los incendios e insta a los organismos competentes a que inicien los trámites para que el vertedero desaparezca en el menor tiempo posible. En un principio, se habilitarán mesas de firmas en cuatro puntos diferentes de la población: la planta baja del ayuntamiento, la Casa de la Cultura, la biblioteca municipal y el hogar de los jubilados. Asimismo, y según ha confirmado el mismo consistorio, en caso de que la respuesta ciudadana no sea la que espera, se intentará visitar todos los domicilios, «puerta por puerta», para intentar conseguir el máximo número de firmas posible.
Con todo, la iniciativa surgió de los mismos vecinos de Sollana que, preocupados por la falta de información acerca del fuego, se concentraron hace una semana frente a la casa consistorial, en busca de respuestas. Tras un coloquio con el alcalde en funciones, Juan José Martínez, y con el concejal Francisco Vila, se propuso la idea de reunir firmas para hacer fuerza. Martínez hizo suya la iniciativa y, tras una semana en la que el vertedero ilegal ha seguido ardiendo, el ayuntamiento ha puesto en marcha la maquinaria para hacerla efectiva.
Dos posibles soluciones
Las características especiales del incendio de Sollana han provocado que los técnicos del ayuntamiento, del Consorcio de Bomberos y de la Conselleria de Medi Ambient que están controlándolo se devanen los sesos en busca de la mejor solución para extinguirlo. Dejar que se consuma poco a poco implicaría tener que realizar análisis constantes del humo, que ya turba el cielo de Sollana desde hace casi dos semanas, ya que el incendio es declaró el sábado 22 de diciembre. Por otro lado, si los bomberos optan por usar agua para apagar los últimos restos, existe el riesgo de que el líquido residual, muy contaminante, acabe en el Parque Natural de la Albufera, con el desastre ecológico que ello implicaría. No obstante, mientras se estudian las distintas posibilidades para atajar el incendio los vecinos y vecinas de Sollana siguen sufriendo la contaminación del aire.
