Alzira es ya, oficialmente, «Ciutat 30». La instalación ayer en los accesos al núcleo urbano -y también en zonas interiores- de la nueva señalización activa la prohibición de circular a más de 30 kilómetros por hora por el interior de la localidad. «Las señales están para cumplirse, en el momento en que se instalan ya está operativo», resumió ayer la concejal de Seguridad, Sara Garés, si bien incidió en que el ayuntamiento dará a los conductores un período de adaptación antes de imponer sanciones que, advirtió, «será un tiempo prudencial, aunque no será muy largo».

La limitación de la velocidad a 30 km/h afectará inicialmente a todo el casco urbano y la Policía Local recurrirá a radares móviles para contralar que los conductores no exceden de ese máximo. Inicialmente no se contempla la instalación de ningún radar fijo.

Una ciudad más amable

El gobierno tripartito había anunciado como un objetivo para este mandato reducir el límite de velocidad, una medida que se enmarca en la apuesta por hacer de Alzira una ciudad más amable con el peatón. La medida persigue como objetivo último mejorar la seguridad en las calles. «Todos los que conducimos sabemos que si vas a 30 km/h tienes una capacidad de reacción ante cualquier imprevisto y, en caso de atropello, hay más posibilidades de que el peatón no sufra heridas graves, mientras que por encima de esa velocidad la capacidad de reacción es nula y se producen accidentes más graves», incidió ayer Garés. La edil destacó la apuesta del gobierno municipal por cambiar el modelo de ciudad. «Implantar la 'Ciutat 30' era un compromiso, se han ido haciendo cosas poco a poco, hemos cambiado muchas cosas y vamos haciendo poco a poco la ciudad que queremos, más amable, más segura, más ecológica, aunque a veces no es fácil», indicó.

La implantación de esta limitación de velocidad en el casco urbano de Alzira se ha demorado algunos meses en base a los anuncios realizados por el propio gobierno municipal, si bien la instalación de la nueva señalización que anuncia tanto cámaras de vigilancia como radares implica que es efectiva desde ayer.

Ajustar la velocidad

Sara Garés explicó que, con todo, se inicia un fase de adaptación para que los conductores se acostumbren a ajustar la velocidad a los nuevos límites en la que la policía no impondrá sanciones -siempre que no se excedan los límites de un núcleo urbano- y que permitirá también comprobar el funcionamiento de la nueva regulación. De hecho, no se descarta que se pueda levantar la restricción en algunas vías y recuperar el límite de 50 km/h que rige en la actualidad si dificulta la fluidez del tráfico y no hay en esa zona una concentración de peatones que pueda implicar un riesgo, explicó. La práctica determinará en última instancia si la prohibición de circular a 30 kilómetros por hora se mantiene en todo el núcleo urbano.

La concejal de Seguridad también dejó claro que el período de adaptación «no será muy largo», aunque recordó que una vez se han instalado las señales la prohibición de circular a más de 30 km/h está en vigor.