El equipo de búsqueda que se había conformado para la localización del piragüista desparecido ayer en el río Júcar, en el término de Algemesí, ha encontrado el cuerpo sin vida del hombre, según ha informado el Consorcio de Bomberos de Valencia.Por el momento, no se ha facilitado información sobre el tramo del río en el que ha sido hallado el cuerpo ni ningún otro dato sobre las circunstancias del suceso.

En el operativo han participado bomberos del Consorcio de Valencia, forestales y voluntarios, además de especialistas del grupo de rescate en altura (GERA), drones y el helicóptero de la Generalitat.

La directiva del club dio la voz de alarma y los bomberos movilizaron una zodiac para peinar el tramo del río entre Algemesí y Alzira, ya que un aficionado manifestó haberlo visto en torno a las 16 horas en esa dirección. También se incorporó un motor a un patín del club para participar en el rastreo del cauce, al que se sumaron dos bomberos más con piraguas y luces frontales.

La batida por el cauce permitió localizar en torno a las 21,10 horas la embarcación y el remo, pero ni rastro del piragüista. La noche era muy fría y la esperanza de los miembros del club que conocen a la perfección este tramo del río era que si había tenido algún problema a la altura de lo que popularmente denominan el puente romano, unas piedras que hay en el centro del cauce y que cuando baja poca agua se convierten en un tramo complicado, se hubiera podido refugiar en una orilla a la espera de recibir ayuda.

La localización de la piragua provocó que se ampliara la búsqueda por tierra ante la posibilidad de que hubiera podido salir del río por algún punto entre las cañas. La Policía Local de Algemesí solicitó ayuda a la de Alzira y también efectivos del Cuerpo Nacional de Policía iniciaron una búsqueda que, al cierre de esta edición, tampoco había dado resultados. Anoche estaba previsto que se incorporara a las labores de búsqueda por el río una segunda embarcación del parque de bomberos de Gandia, una brigada forestal de la diputación, bomberos voluntarios del parque de Vallada y miembros de la ONG Intervención, Ayuda y Emergencias (IAE) con perros adiestrados para ampliar el rastro en los márgenes del río.

El fallecido es un hombre de unos 58 años de edad que practicó el piragüismo en su juventud y que había retomado este deporte tras un largo período. Al parecer, durante muchos años había residido en Gandia. Algunas fuentes indicaron que había salido con ropa muy ligera, lo que añadía un motivo más de preocupación ya que los termómetros marcaban a la orilla del río entre uno y dos grados.