El elevado número de resonancias magnéticas pendientes han obligado a instalar en el aparcamiento del Hospital Universitario de la Ribera una unidad móvil, perteneciente a Ascires Grupo Biomédico. Lo denunció ayer el colectivo SanitatSolsUna, cuyos representantes expresaron: «A pesar del desvío de pacientes a una clínica privada en Alzira, algo que nunca antes había sucedido, la lista de espera en Radiología diez meses después de la reversión es insoportable». Fuentes del centro hospitalario comarcal explicaron que entre abril y diciembre de 2018, el Hospital de la Ribera ha realizado un total de 13.033 resonancias magnéticas y 23.124 ecografías, esto es, un 25,4% y un 19,5% más que durante el mismo periodo de 2017. Además, adujeron que en el Hospital Universitario de la Ribera y en su Unidad de preingreso «no existe ningún tipo de mobiliario procedente, cedido o prestado de otros hospitales públicos de la Comunidad Valenciana, como maliciosamente ha afirmado SanitatSolsUna en su comunicado».
A día 31 de marzo de 2018, último día de la gestión privada del Hospital de Alzira y de su Departamento de Salud, el centro alcireño tenía una lista de espera de 5.900 resonancias pendientes de realizar. Este elevado número de pruebas pendientes, junto a la obsolescencia de los dos equipos de resonancia magnética con que cuenta el Hospital -ambas con una antigüedad de trece años-, lo que provoca continuadas averías en estos equipos, ha obligado a la dirección actual del centro a tener que adoptar medidas excepcionales.
El colectivo médico crítico adujo: «A pesar el ingente esfuerzo de los profesionales sanitarios y del personal auxiliar, la desastrosa gestión de la actual dirección del Hospital de La Ribera desde el minuto uno de la reversión es la culpable de las listas de espera, tanto en Radiología como en la mayoría de los servicios del centro, incluidas las Urgencias».
