Granizo, lluvias torrenciales y frío. No hay secretos. Las constantes inclemencias meteorológicas han obligado a los agricultores a buscar soluciones para la protección de sus cosechas. La última: una manta térmica que cubre los naranjos más jóvenes para combatir el brusco desplome de las temperaturas que azotan la comarca desde la noche del jueves. Ahora, los plantones también se tapan. Un «abrigo» con el que desafían los gélidos registros que ha marcado el mercurio en los últimos días. Se trata de una técnica cada vez más común en zonas en las que se congelan hasta los termómetros. Están fabricadas de polipropileno, cuentan con filamentos infinitos y su uso evita las heladas y la temida escarcha, que tan dañina es en los cítricos. Son textiles muy ligeros y tienen un nivel de porosidad capaz de ventilar el árbol de manera eficiente. De hecho, es traslúcida a los rayos solares en un 92 %. Con su aplicación, se crea una especie de microclima interior que aumenta la temperatura entre 3 y 5 grados y es capaz de proteger hasta en puntos con -5 ºC.

El labrador de Alberic Ángel Pérez ha sido uno de los primeros en aplicarlas en el campo en el que trabaja. Ya habla de que es la mejor inversión que podría haber hecho en la temporada invernal. «En esta zona hemos tenido que arrancar varias veces porque el frío dejaba los naranjos muy dañados. Estas mallas lo que hacen es aislar el interior del espacio que protegen, generando un ambiente diferente al exterior. Es un sistema bastante innovador. El objetivo es poder contrarrestar los efectos negativos de los continuos cambios bruscos del tiempo, aunque también sirve para luchar contra plagas e insectos y evitar la deshidratación», explicó Pérez.

Alternativa a lo tradicional

Es una alternativa más a las tradicionales antorchas de parafina, al riesgo por aspersión, los ventiladores de aire y la utilización de productos químicos. Estos tejidos especiales son reutilizables, tienen mayor vida útil que otras soluciones y generan un menor impacto en el medio ambiente. Además, son permeables. Se instalan en días con condiciones atmosféricas favorables y es recomendable alisar previamente el terreno y eliminar las malas hierbas de la zona que se va a cubrir. «Su implementación es muy sencilla. Se coloca en la dirección del viento, sin que quede demasiado tensa ni demasiado floja. Debe dejarse un poco de margen al colocarla para permitir el libre y seguro crecimiento del árbol y tiene que fijarse en las extremidades con dos bridas. Preferiblemente, hay que cubrir también el tronco. Queda como si fuese una especie de envoltorio. Solo hay que ir con cuidado a la hora de manipularla, ya que es muy fina y liviana. Nosotros la dejaremos puesto todo el invierno y cuando empiecen la primavera, si el tiempo lo permite, la guardaremos hasta la siguiente campaña», señaló Ángel Pérez.