La oposición alcireña prácticamente acusó al tripartito de sentenciar algunas de las tradiciones de la población. Lo hizo tras conocerse que la procesión en honor a Sant Antoni que se realizará esta tarde variará ligeramente su recorrido para evitar que los caballos puedan dañar el renovado pavimento de la zona peatonal de Hort dels Frares. El alcalde de la localidad, Diego Gómez, defendió ayer la continuidad de las costumbres alcireñas.

Fue precisamente el Partido Popular el que lanzó el ataque al gobierno local. A su juicio, algo tan nimio como dicho cambio se traducía en un primer paso antes de eliminar una tradición arraigada en Alzira desde hace más de 200 años. Cabe puntualizar que la costumbre no implica, ni mucho menos, el obligado paso por dicho vial. De hecho, la tradición es la de bendecir a los animales en frente al dosel dedicado Sant Antoni, que en los últimos años se ha instalado en Hort dels Frares aunque en el pasado ha estado en otras ubicaciones. De ese modo, hoy la bendición se realizará en la esquina de Hort dels Frares con Reis Catòlics.

Al respecto de las críticas vertidas por los populares, el alcalde fue claro y conciso: «Todas las fiestas y tradiciones de Alzira han tenido continuidad durante la legislatura. No se ha dejado de celebrar ninguna en estos años». Todo ello pese a que, ciertamente, han existido algunas modificaciones que no alteran ni las costumbres ni su significado. Además, hay que destacar que tanto el propio Gómez como otros representantes del tripartito han hecho acto de presencia en las diversas celebraciones realizadas en la capital ribereña, tanto en la meramente lúdicas como en aquellas que tienen un origen religioso.

Fue el Ayuntamiento de Alzira el que alertó a los festeros de Sant Antoni de que el paso de caballerías puede dañar el nuevo pavimento que subraya el carácter peatonal de esta calle. La comisión de fiestas optó por desplazar la bendición de animales a la esquina de Reyes Católicos ya que la alternativa que planteaba el consistorio si se mantenía el itinerario habitual era que se responsabilizara de los daños que pudieran ocasionar las caballos. Equinos y carros, una vez bendecidos, girarán en dirección a Doctor Ferran.