El fallecimiento de Joan Roda desatará ahora un nuevo proceso de elección de la primera autoridad municipal que puede beneficiar al PP, que llevaba meses reclamando, incluso en el Tribunal Supremo, la sustitución del enfermo al haber quedado probada su incapacidad para ejercer el cargo. El partido conservador fue el ganador de las elecciones de 2015 pero no consiguió ningún aliado para alcanzar la mayoría absoluta. La nueva votación para sustituir a Roda podría acercarle ahora a la vara de mando. La llave del nuevo gobierno la tiene la edil independiente, Cecilia Corts.

El pacto entre el PSPV (cuatro ediles) Compromís (1) y la independiente de PAIS otorgó la alcaldía al PSPV, pero la situación política local se convulsionó tras detectársele a Roda la cruel enfermedad. La alcaldía pasó interinamente a manos de Compromís. A partir de ahí los problemas empezaron a crecer en el consistorio. La edil independente decidió dejar en minoría al equipo de gobierno. Esta renuncia dio ventaja al PP, que ha podido bloquear las iniciativas que ha querido del gobierno municipal. El consistorio sufre por ello una parálisis.

La familia de Roda padecio durante largos meses el doble castigo de afrontar la larga enfermedad que le diagnosticaron y de soportar los movimientos políticos desencadenados en su ausencia en el consistorio para moverle la silla. Los familiares llegaron a manifestarse públicamente para pedir respeto, pero tras una larga sucesión de revolcones, ahora, se vieron forzados a personarse en el Tribunal Supremo ante el recurso interpuesto por el PP y la renuncia del gobierno local a mantenerse como parte en el pleito.