Las capturas de jabalíes en las montañas de Alzira continúan al alza. Los cazadores enfundarán mañana las escopetas al finalizar el período autorizado de caza y dejarán atrás una temporada en la que el laboratorio de referencia del club ha realizado 156 determinaciones de triquina de piezas abatidas. El dato corresponde al año 2018 completo y representa un pequeño repunte del 2 % respecto del ejercicio anterior, aunque es la segunda cifra más elevada tras los 159 análisis que se realizaron en 2015. Con todo, la estadística ofrece una visión parcial que sólo permite vislumbrar la magnitud del problema de sobrepoblación de jabalíes ya que no todos los integrantes de la Associació de Caçadors recurren a ese laboratorio ni tampoco se analizan todas las piezas que se abaten, por lo que la cifra real es con toda seguridad muy superior.

«Hay barbaridades que no se analizan en Alzira porque la población de jabalíes sigue en aumento, cada vez va a más y ya no es un tema de cazadores, esto no lo para nadie», relató a Levante-EMV Francisco Rodríguez de la Fuente, el nuevo presidente del club local de caza. La estadística del laboratorio alcireño, aunque parcial, ofrece cifras muy reveladoras ya que computa un total de 1.317 determinaciones de triquina en los últimos diez años, mientras que el número de jabalíes abatidos ha aumentado casi un 10 % en los últimos tres.

Quejas de los agricultores

El progresivo aumento de esta fauna salvaje ha provocado en los últimos años repetidas quejas de agricultores debido a los daños que ocasionan en los cultivos al escarbar las raíces, aunque también destrozan márgenes e infraestructuras de riego. Los cerdos salvajes se refugian en las montañas aunque son capaces de recorrer largos trayectos en las salidas nocturnas en busca de alimento. Los cazadores han alertado con insistencia de que el incremento de la población de jabalíes también aumenta el riesgo de accidentes de tráfico ya que en estos desplazamientos cruzan todo tipo de carreteras.

Los cazadores recurren a ganchos -pequeñas batidas- y esperas para controlar la población de jabalíes, si bien el nuevo presidente del club alerta de que, en el término municipal de Alzira, esta práctica está «muy limitada» con la prohibición de cazar en la Murta al tratarse de un paraje protegido mientras que, en la Casella, señala, «tienes que tener autorización para entrar». En este sentido, explica que muchos aficionados se apostan en la Barraca, en zonas que lindan con la Casella, donde asegura que se ven «muchísimos» ejemplares. El presidente del club comentó que la semana pasada, durante una espera, se abatieron cinco jabalíes en un mismo cebadero.

Rodríguez de la Fuente explicó que un grupo de aficionados había organizado una gancho para hoy en la Garrofera, mientras que mañana domingo se cierra el período de esperas. «Suponemos que a partir del 1 de abril se volverá abrir», señaló.