La madre de la menor de Algemesí que agentes de la Policía Local encontraron por la noche en la calle mientras su padre jugaba en un salón de apuestas defendió ayer que la niña apenas debió estar unos minutos sola ya que su marido la había dejado fuera con su tío -un hermano de la madre adulto- para entrar en el establecimiento a comprar tabaco aunque, al demorarse su salida ya que empezó a jugar, este pariente entró a buscarle y que fue en ese instante cuando apareció la policía. «No estuvo ni cinco minutos sola», incidió.

«Tengo cuatro hijas, mi marido se levanta a las cinco de la mañana para darnos de comer y se hace responsable de mis hijas, eso no había pasado nunca. No es un mal padre ni un ludópata, es un padrazo», manifestó con firmeza ayer.

La alcaldesa de Algemesí, Marta Trenzano, comentó que el informe de la Policía Local ha activado el protocolo que se sigue en casos de menores de forma que los trabajadores sociales evaluarán la situación familiar para determinar si existe algún riesgo. Trenzano comentó que se trata de una familia humilde, que en ocasiones ha solicitado ayuda a los Servicios Sociales, pero no desestructura, problemática ni reincidente. Los asistentes sociales ya se desplazaron ayer al domicilio familiar para explicar lo que implica la activación del protocolo y, tras no encontrar a los progenitores, tienen previsto regresar hoy. «Si ven que es cuestión de un día, que no está bien pero ha pasado, harán los informes pertinentes para que se realice un seguimiento, pero si ven algo que no es normal, el informe de Servicios Sociales reforzará el que la Policía Local ha enviado a la Fiscalía de Menores», comentó la alcaldesa.

Como ayer adelantó Levante-EMV, una patrulla de la Policía Local que en la medianoche del viernes circulaba por la calle Albalat -la madre matizó ayer que recogió a su hija pasadas las 23,30 horas- se acercó a una niña de 9 años que se encontraba sentada a la puerta de un salón de apuestas, que les indicó que estaba esperando que saliera su padre. Un agente entró a buscarle y lo encontró con signos de haber bebido.

La madre relató que la niña había estado por la tarde en el bar de su hermana y que su marido fue a recogerla en torno a las 20 horas. Admitió que se había «mareado un poco» tras «beber dos cervezas» y que, cuando cerró el bar, salió junto a sus dos cuñados con la niña. Su hermana se marchó a casa y su hermano se quedó con la pequeña en la calle mientras su marido entraba a por tabaco, si bien admitió que empezó a jugar. «Echó unos euros a la ruleta y ganó, sacó dinero, pero no estuvo dentro más de diez minutos», comentó. Su hermano, al prolongarse la espera, optó por entrar, momento en el que, incidió, apareció la patrulla de la Policía Local. «Fue un momento, le puede pasar a cualquier persona», comentó, mientras admitía que su primera reacción cuando le llamó la policía fue reñir a su marido, aunque dijo que ayer estaba enfermo de leer las críticas e insultos vertidos en las redes sociales. Se mostró preocupada por el informe policial derivado a la Fiscalía de Menores. «No sería justo que me quitaran a la niña», comentó.