Las multas por infracciones de tráfico cursadas por la Policía Local se duplicaron ampliamente el año pasado en Carlet, Alfarp y Real, casi se triplicaron en Benimodo y descendieron de forma brusca (un 64 %) en Carcaixent, según la memoria de actividad del servicio mancomunado de tramitación, gestión y recaudación de sanciones de tráfico, que computa en 2018 un total de 8.273 multas que suman un importe bruto de 820.686,50 euros.
El ínterin derivado de la implantación de un nuevo sistema de regulación de la ORA en Carcaixent -el municipio de mayor población de los 23 que están adheridos al servicio de la Mancomunitat de la Ribera Alta- provocó que durante prácticamente diez meses no se impusieran sanciones, lo que justifica este acusado descenso, que en la estadística general se traduce en una caída del 11,5 % de las multas tramitadas por este servicio conjunto respecto del año anterior. El Ayuntamiento de Carcaixent cursó en 2017 un total de 3.083 denuncias de la ORA y 1.306 por otras infracciones de tráfico, mientras que el servicio mancomunado computa en 2018 un único concepto -que incluye alrededor de 200 multas de la ORA que con la nueva regulación gratuita impone la Policía Local- con 1.579 expedientes.
Un repunte del 130 % respecto del año anterior sitúa a Carlet como el segundo municipio que mayor número de sanciones cursó el año pasado con 1.399. El concejal de Tráfico y Seguridad Ciudadana, Agustí Royo, tiene clara la causa: una huelga a la japonesa que provocó que durante un par de meses se multiplicaran las sanciones a conductores. «Los policías planteaban unas reivindicaciones que no estaban en nuestras manos y pensaban que así podían ejercer una presión hacia el ayuntamiento. Ahora la relación es buena y ha vuelto todo a la normalidad, pero durante un par de meses pasaron de imponer 300 multas a 800, lo que molestó bastante a la gente que también se lo tiraba en cara a los agentes», señaló el edil. Cabe señalar que el Ayuntamiento de Carlet había tramitado el año anterior 606 expedientes sancionadores de tráfico frente a los casi 1.400 de 2018.
Con todo, Benimodo es el municipio donde proporcionalmente más aumentaron las multas de tráfico al pasar de 32 en 2017 a 90, lo que representa un repunte de más del 180 %, casi el triple. El alcalde de Benimodo, Paco Teruel, se mostró ayer sorprendido por el dato que, a falta de una causa concreta, atribuyó al aumento de la actividad que se ha registrado en el pueblo.
Otros repuntes sustanciales se localizan en Alfarp (145 %) y en Real (128 %). Se da la circunstancia de que esta última localidad venía de registrar el año anterior un descenso de las multas superior al 60 %. El alcalde de Real, Alejandro Blasco, comentó ayer que no hay nada que justifique que se haya duplicado ampliamente el número de multas: «La policía patrulla, pone multas en función de las infracciones que ve, yo no puedo decir a la policía que ponga o no ponga. Si hay más será porque se habrán cometido más infracciones, es la primera noticia que tengo», comentó. Su homólogo en Alfarp, Raúl Mínguez, tampoco encuentra justificación al sustancial aumento. Según dijo, el único cambio que ha habido es la persona que ejerce la función de policía, aunque dejó claro que «eso no tiene por qué afectar».
Por contra, las localidades de Catadau, Rafelguaraf o Sumacàrcer lideran el ránquing de municipios donde más se redujeron las multas el año pasado.
