El Ayuntamiento de Alzira se comprometió ayer con la asociación Gaspar Dies a acondicionar como una calle el tramo del supuesto «atzucac» de la Vila en el que se localizó un arco medieval similar al que delimita el acceso a la judería en Sagunt con el objetivo de realzar esta pieza y que, con la oportuna iluminación, pueda ser contemplada a través de una reja desde el extremo más próximo a Santa Catalina y también visitada. El escultor, cantero y restaurador afincado en Alzira Naxo Latorre trabaja ya en la recuperación de este arco compuesto, ya que de una misma base arranca el arco de medio punto que se desplomó durante el derribo de las casas de la calle Chulvi y uno de carpanel.
El concejal de Gestión Urbanística, Fernando Pascual, convocó ayer a los representantes de Gaspar Dies para anunciar la decisión de acondicionar como una calle el tramo que enmarca el arco y les mostró dos objetos que el cantero ha localizado durante los trabajos de rehabilitación. Por una parte, una fina pieza de vidrio con unas trazas doradas que se presume el cuello de un frasco, que los expertos datan entre los siglos XV y XVI, y que formaba parte del relleno de la estructura y, por otra, una llave que ha aparecido escondida entre los dos arcos, aunque no parece probable que corresponda a la puerta que estos enmarcaban.
El presidente de Gaspar Dies, Francesc Piera, abogó por profundizar en el estudio de esta zona que, según defendió, por su ubicación junto a la iglesia, trama y posible salida a la calle denominada de la Sangre presenta muchas similitudes con las juderías de otros pueblos que se han convertido en atractivo turístico.
Fernando Pascual indicó que el ayuntamiento ya dispone de presupuesto para realizar unas catas arqueológicas en el entorno del arco, donde es encuentra un horno que podría tener su origen en el que mandó construir Jaume I, si bien comentó que deberá esperar la autorización de Cultura. Los técnicos aún no han tomado una decisión sobre la convenciencia de desmontar o conservar este horno moruno.
Por otra parte, sí se mostraron convencidos de que una excavación permitirá constatar que la base del arco medieval se hunde posiblemente hasta un metro más ya que no se entendería que una estructura de ese porte tuviera tan poca altura. Los trabajos de restauración podrían completarse en un mes. Latorre comentó que realizará una estructura que refuerce el arco independientemente de que se mantenga o no el horno contiguo.
