Parece increíble, pero no por ello deja de ser menos cierto. El próximo viernes se cumplirán dos meses exactos desde que se iniciara el fuego en una nave de Sollana que almacena residuos de manera descontrolada. A día de hoy todavía se pueden observar los restos humeantes de un incendio que, por otra parte, se dio por extinguido hace más de un mes. Con todo, los expertos apuntan que pese a ser molesto, se trata de emisiones que no son tóxicas para los vecinos.Noi hay riesgo.

Las labores siguen en el lugar en el que se produjo el incendio. Durante estos días varios operarios trabajan en la limpieza y separación de los residuos quemados que todavía están calientes de aquellos que ya se han enfriado. De hecho, según ha podido saber este diario, se trata de trabajadores enviados por una de las copropietarias de los terrenos en los que se instaló la fábrica de reciclajes. Cabe recordar que, hace un mes, la conselleria de Medi Ambient emplazó a los dueños de la parcela a vaciar el lugar y trasladar los residuos a un gestor autorizado para poner fin, de una vez por todas, con el vertedero ilegal en el que se había convertido la nave industrial.

Dicha copropietaria se ofreció a limpiar sus terrenos y en las pasadas semanas se realizaron los trámites necesarios con el Ayuntamiento de Sollana y dicha conselleria para que pudiera acceder con maquinaria al solar para retirar los residuos. Tras obtener el permiso, los trabajos comenzaron el jueves. La limpieza se realiza bajo la vigilancia de la Policía Local y/o de la Autonómica. Las autoridades, por tanto, controlan de cerca las tareas para asegurarse de que los residuos que se retiran se llevan al lugar adecuado para su correcta gestión.

Con todo, los vecinos continúan molestos por la situación del vertedero incontrolado, pese a que la limpieza ya supone una de las mejores noticias que podían recibir en estos momentos. Su malestar se debe, precisamente, al humo que todavía emana de los residuos que se calcinaron. Un humo que, pese a ser molesto, no entraña riesgo alguno para la población.

Un paso importante

Según fuentes oficiales, la existencia de dicho humo se considera «normal». Cabe destacar que los incendios industriales son más complejos que los forestales y su extinción entraña más complicaciones. La localización de la nave de Sollana añadía un factor de riesgo más, ya que hacer un uso excesivo de agua podría haber provocado la aparición de lixiviados nocivos que, con toda seguridad, habrían acabado vertidos en l'Albufera. Para evitar ese escenario se optó por dejar que el fuego se consumiera. Con todo, se ha actuado de manera diferente a como se hizo el pasado verano, cuando se produjo un incendio similar en la misma nave industrial. En aquella ocasión, se removían los residuos afectados por el fuego para poder apagarlos mejor, algo que no ocurrió el pasado mes.

La necesaria limpieza del solar se considera, por las administraciones y los propios vecinos, como un paso importante de cara a poner fin a un problema que se arrastra desde hace años. No obstante, pese a ello y a la apertura de un expediente sancionador a la empresa, la población solo respirará tranquila con el cierre definitivo de la instalación.