La Policía Local de Alzira detuvo el viernes a dos personas acusadas de un delito leve al estafar a vecinos de la localidad al hacerse pasar por miembros de asociaciones benéficas y recaudar dinero para supuestas causas solidarias. La colaboración ciudadana fue clave para detectar a la pareja de timadores. Los autores ya presentaban antecedentes policiales y penales por actividades similares.

Los agentes tuvieron constancia de la existencia de un par de personas que se apostaban en lugares de gran afluencia de Alzira para solicitar ayuda económica para una causa noble. Según fuentes oficiales, estas personas eran extranjeros que se hacían pasar por sordos, de modo que no necesitaban interactuar verbalmente con las potenciales víctimas. Sus objetivos, principalmente, eran personas mayores o con apariencia de ser nobles, buscando apelar a su bondad.

Los autores de la estafa actuaron, según ha podido saber Levante-EMV, en lugares muy concurridos de la ciudad, como la Plaça Major, la Plaça del Regne o en la zona comercial de Carrefour. Su modus operandi era bastante simple. Abordaban a sus potenciales víctimas sin siquiera mediar palabra con ellas. Sólo necesitaban mostrar una lista con nombres y firmas (algunos inventados), junto a las que figuraban cantidades de supuestas donaciones. Sobre ella, ni siquiera figuran nombres de asociaciones reales y usan una terminología poco inclusiva, con palabras como «discapacitados» o «minusválidos». En ésta también aparecían cifras no muy elevadas, asumibles para buena parte de la población, entre cinco y veinte euros. De ese modo, las víctimas se ven obligadas a aportar un donativo, por pequeño que sea.

Tras entregar su aportación, las víctimas suelen apreciar que han sido engañadas ya que en ningún momento la persona que les ha pedido el dinero ha mostrado documento alguno o identificación que acredite su pertenencia a una asociación sin ánimo de lucro. Pese a que normalmente se resisten a reconocer que han sido estafadas porque les da vergüenza reconocer el engaño y porque se trata de cantidades pequeñas, algunas de las personas afectadas pusieron los hechos en conocimiento de la Policía Local, que ha estado toda la semana investigando el caso.

Colaboración ciudadana

Tras los primeros avisos, los agentes no lograron localizar a los estafadores, que suelen esconder sus carpetas en cuanto ven un coche patrulla, lo que dificulta su labor y acrecenta la necesidad de contar con la colaboración vecinal. No obstante, gracias a las descripciones proporcionadas por algunos vecinos afectados y a una nueva llamada ciudadana consiguieron detener el viernes a una pareja que en ese momento se encontraba en la zona comercial de Carrefour. Tras identificar a los autores de los hechos, la policía pudo comprobar que no era la primera vez que delinquían ya que tenían en su haber antecedentes penales y policiales por haber cometido actividades similares en el pasado, con varias estafas y algunos hurtos a sus espaldas.