Una vecina de 53 años de Rafelguaraf falleció ayer por la mañana en el Hospital Internacional de Luxor, en Egipto, después de pasar una semana en coma tras padecer un ataque de hipoxia producido por una fibrosis pulmonar que arrastraba sin que se le hubiese diagnosticado. Los compañeros de viaje de la fallecida, Isabel, han denunciado varias irregularidades en el protocolo llevado a cabo por parte de las autoridades sanitarias egipcias, así como por la aseguradora del viaje.

Todo empezó la semana pasada. La fallecida se encontraba de vacaciones en Egipto en un viaje organizado de una semana con otros 13 amigos y amigas de Rafelguaraf. El martes, 12 de febrero, aquejada de malestar general, se saltó una excursión programada para quedarse a descansar en el camarote del crucero. Momentos más tarde, cayó inconsciente y fue trasladada en ambulancia a la unidad de cuidados intensivos del hospital de Luxor. Sin embargo, a sus compañeros se les dijo que no era nada grave: «La aseguradora nos comunicó que tan solo había sufrido un ataque de asma», detalló ayer a Levante-EMV una de las vecinas de Rafelguaraf que compartía viaje con ella. «Repetían que, tan pronto como se estabilizase, a lo sumo en un par de días, la enviarían a València a completar un tratamiento».

Los viajeros continuaron con las actividades programadas sin que se les comunicase el estado real de Isabel, que entonces ya había entrado en coma. El miércoles se volvieron a interesar por el estado de su compañera y la aseguradora reiteró su diagnóstico del ataque de asma, transmitiéndoles tranquilidad. No se les volvió a informar sobre la evolución de su estado. Además, según denuncian, el personal sanitario egipcio solo dejó que su compañera de habitación la viese durante cinco minutos, la misma tarde del día 12 en la que fue hospitalizada; desde entonces y hasta que su hija y su marido llegaron a Luxor el pasado domingo, Isabel estuvo sola en el hospital.

Multitud de trabas burocráticas

No fue hasta el día 14, casi 48 horas después del ingreso, cuando la aseguradora trasladó a la familia el mal estado de salud de Isabel. Su marido y su hija llegaron el domingo a Luxor, cuando la excursión con la que había viajado ya había vuelto a España. Fue entonces cuando sus compañeros, ya en Rafelguaraf, conocieron al fin la verdadera situación. A partir del domingo empezó una lucha burocrática para trasladar a Isabel al Hospital La Fe en la que se encontraron con todo tipo de obstáculos. El médico encargado no quería autorizar el traslado hasta que se estabilizase, mientras que la firma del alta voluntaria por parte de los familiares hubiese significado perder la cobertura del seguro del viaje. Todo terminó abruptamente ayer por la mañana, cuando Isabel no pudo superar las consecuencias de la hipoxia. Los trámites para repatriar el cuerpo ya han empezado, pero los familiares no saben cuándo podrá concretarse.