Los ayuntamientos de la comarca se grabaron a fuego que una de sus luchas iba a ser la de lograr localidades más sostenibles. Pero las buenas intenciones no bastan. Pese a que la apuesta por una movilidad alternativa es más fuerte que nunca, la cruda realidad es que en muchas ocasiones los vecinos prefieren hacer uso de su propio vehículo en detrimento del transporte público, cuyas deficiencias convierten su utilización diaria en algo tedioso. Es lo que ocurre con la línea del Metro que cruza la Ribera, de norte a sur, y cuya escasa frecuencia agrava el déficit de transporte que sufre la comarca. Los alcaldes de l'Alcúdia, Carlet o Villanueva Castellón tienen claro que se hace necesaria una gran inversión que permita hacer realidad una reivindicación con varias décadas de antigüedad: la construcción de una segunda vía entre Picassent y Villanueva de Castellón.

Es cierto que el Metro es, principalmente, un medio de transporte metropolitano, cuyos beneficiarios son los vecinos de València y alrededores. No obstante, la línea 1 recorre media provincia hasta adentrarse en Villanueva de Castellón. Es más, según estadísticas recientes, uno de cada tres usuarios que accede a la red de Metrovalencia lo hace fuera del Cap i Casal. De hecho, el volumen de clientes de la comarca no es para nada desdeñable. El pasado año fueron más de 400.000 los viajeros registrados en las paradas de la Ribera: Villanueva de Castellón, Alberic, Massalavés, l'Alcúdia, Benimodo, Carlet, Alginet y Benifaió.

Pero eso no ha valido para contar con unas infraestructuras dignas ni para poseer un horario decente. Un hecho ampliamente reivindicado pero nunca subsanado. «Nuestro ayuntamiento se esfuerza por ofrecer ayudas de transporte a los estudiantes», comentaba al respecto Maria Josep Ortega, alcaldesa de Carlet, que prosiguió: «Pero la gente no usa el transporte público porque el servicio que se ofrece es malo. Aquí hay muchas personas que intentan ir a València en Metro, pero si lo pierden, deben esperar 50 minutos hasta el siguiente. Lo normal es que te tengas que buscar una alternativa, como ir en coche a Benifaió y coger el tren, que pasa con mayor frecuencia». Ortega recordó que estas reivindicaciones se remontan a varias décadas atrás: «Necesitamos un aumento de la frecuencia de paso de los trenes de FGV. No puede ser que los trayectos tarden lo mismo que hace veinte años y que encima la frecuencia sea la misma o incluso inferior. No tener una doble vía supone un problema».

En la misma línea se manifestó el alcalde de Villanueva de Castellón, Òscar Noguera: «El servicio que tenemos está bien, pero es bastante mejorable. Hace muchos años que reclamamos la doble vía entre Picassent y nuestra localidad, también se deberían mejorar la frecuencia los trenes y el tiempo de llegada a València. Incluso, en ocasiones se ha reclamado que se pusiera WiFi en los vagones, para mejorar el servicio de los usuarios que hagan el recorrido más largo».

Infraestructuras

Una opinión que también se asemeja a la que tiene Andreu Salom, alcalde de l'Alcúdia: «La segunda vía es fundamental, porque de Picassent hacia abajo la frecuencia de paso del Metro cae en picado. Es algo que hemos reivindicado toda la vida porque creemos que el Metro es el futuro y es una lástima que no se mejore. No puede ser que muchos vecinos decidan irse en coche hasta Alzira o Algemesí para coger el tren», lamentó.

Los munícipes reconocen que FGV se ha interesado por muchas de sus demandas, sobre todo en materia de seguridad. «En l'Alcúdia se han resuelto un par de problemas, como el paso a nivel y también con la futura construcción de un ascensor que solvente a los peatones ir de un lado al otro de la vía», recordó Salom. «Es cierto que se ha invertido en infraestructuras y sabemos que apuestan por la movilidad sostenible, pero sin una inversión fuerte y seria para la doble vía, tanto su apuesta como la nuestra caen en saco roto», subrayó Ortega. Por su parte, José Vicente Alemany, alcalde de Alginet, también lamentó el estado de la estación de su localidad: «Los vecinos se quejan constantemente de las deficiencias porque no tenemos ni un baño ni un lugar en el que refugiarse cuando hace frío o llueve».