Miquel Martí destaca que la riqueza pétrea de las montañas que hoy en día constituyen el linde de las comarcas de la Ribera y la Costera y, en concreto, entre los municipios de l'Ènova y Barxeta, «son un verdadero parque temático del mundo de la explotación de las canteras históricas». En este sentido, destaca que existió un centro operativo en época romana controlado por Publio Cornelio, que pudo contar con pequeños satélites de explotación en Barxeta o Pla de Corrals «aún por determinar», continuó en época islámica y al llegar Jaume I «Xàtiva aún era un centro de talla y consumo a nivel internacional y las canteras de alrededor no fueron desaprovechadas».
