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Complejo abandonado

Historia del fútbol en ruinas

Las discrepancias entre el Ayuntamiento de Alginet y la Federación Valenciana de Fútbol provocan el abandono del histórico estadio de La Forana

Los ladrones han desvalijado las instalaciones alginetinas. ud alginet

Visitar La Forana de Alginet durante muchos años suponía acudir a padecer ante un gran conjunto local que siempre ha sido puntero en Regional Preferente. Hoy da pavor pero no por las mismas circunstancias. El estadio está en estado de ruina, abandonado completamente tanto por el ayuntamiento como por la Federación Española de Fútbol, ésta última propietaria del terreno de juego desde que se creó a propósito del Mundial de fútbol de 1982, siendo utilizado sólo una vez en aquella cita, exactamente para un entrenamiento de la selección de Honduras.

Las discrepancias sobre el mantenimiento del campo llevaron al edil de Deportes alginetino, Jordi Roig, a clausurar las instalaciones allá por junio de 2017. Suponía una medida de presión para forzar un acuerdo con la federación española a través de la valenciana. El consistorio necesitaba que dicho organismo futbolístico adaptara el terreno de juego a césped artificial, dado que el mantenimiento anual del verde natural se elevaba para el ayuntamiento por encima de los 40.000 euros anuales. El cierre del campo no forzó absolutamente nada y los meses fueron pasando para La Forana, mientras los desaprensivos acometían robo tras robo, no sólo del cobre, los lavabos o el hierro de las instalaciones, sino también de la historia del estadio, caso de copas, fotos o material deportivo. Tras medio año cerrado la federación española aceptó la negociación para ceder los terrenos de juego al ayuntamiento, que ya tenía destinados medio millón de euros para acometer la transformación y así poder satisfacer la alta demanda existente en la localidad.

Sin embargo, finalmente no se concretó «y la federación desapareció del mapa. Estábamos dispuesto a asumirlo todo e incluso recibimos críticas de la oposición pero necesitamos el campo. El dinero que separamos para La Forana no pudo ser gastado en ninguna otra cosa», alega Roig. La situación está lejos de solucionarse, dado que el interventor del ayuntamiento consideró que la federación debía pagar el IBI del recinto de los últimos cuatro años, a razón de 30.000 euros por curso. El asunto ha llegado a la justicia porque la federación alega que no paga en otras localidades como Carcaixent, Picassent o Alcàsser. «No queremos un campo nuevo, necesitamos La Forana», dice Roig.

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