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La vivienda usada tira del mercado en el mejor registro en una década

Un 96,5 % de las 3.668 transacciones formalizadas en 2018 corresponde a inmuebles de segunda mano Cullera, Alzira y Sueca concentran casi el 45 % de todas las operaciones en la comarca

Cuatro pisos en venta en una finca de la avenida Sucro de Alzira. v. m. pastor

El mercado inmobiliario cerró el año 2018 en la Ribera con un regusto agridulce. El cómputo global en base a los datos publicados por el Ministerio de Fomento confirma que las 3.668 transacciones formalizadas se convierten en el mejor registro de la última década -prácticamente desde el estallido de la crisis-, con un repunte del 6,34 % respecto del año 2017 y del 34,80 % si se toman como referencia los datos de 2016, pero el último trimestre del año no fue todo lo bueno que se esperaba. De hecho, las 927 transacciones registradas entre octubre y diciembre no mejoraron los datos del año anterior (978) como sí había sucedido en cada uno de los trimestres previos y a pesar de que, de forma cíclica, el tramo final del año suele coincidir con un momento de efervescencia ya que algunas inversiones se realizan en clave fiscal antes del cierre del ejercicio.

Por otra parte, la estadística oficial revela una vez más que prácticamente toda la actividad que registra el sector se circunscribe a la vivienda usada o de segunda mano mientras que apenas se formalizan compraventas de pisos o casas de nueva construcción. En este sentido, 901 de las 927 transacciones registradas entre octubre y diciembre tuvieron por objeto inmuebles de segunda mano, lo que representa un 97,20 %, mientras que el cómputo global del año se mantiene en índices muy elevados (96,36 %) con un total de 3.540 de las 3.668 operaciones que contabiliza el ministerio.

Otro dato a tener en cuenta es que sólo tres de los 47 municipios que conforman la Ribera concentran casi un 45 % de las transacciones. Se trata de Cullera, que cierra el año como la localidad donde el mercado registra una mayor actividad dada su condición de municipio turístico con una gran bolsas de segundas residencia -se formalizaron un total de 661 transacciones-, Alzira con 503 y Sueca con 435. En el extremo opuesto del ranquing, la localidad de Sellent apenas contabiliza una compraventa en todo el año y Cotes y Sant Joanet únicamente dos cada uno.

En el apartado de vivienda protegida, el ministerio apenas computa 18 operaciones en el último trimestre y 68 en todo el año.

El nuevo presidente de la asociación de constructores y albañilería de Alzira y comarca, Ramón Vidal, comentó ayer que en líneas generales «el año no ha sido malo» y que la tendencia de cara al presente ejercicio «es buena», aunque reconoció que la actividad se había retraído ligeramente en el último trimestre del año, un hecho que atribuyó a la inestabilidad política. «En el ámbito local se ve mucha más actividad en el sector que el año anterior», comentó Vidal, mientras señalaba que si bien hay indicadores que apuntan a una recesión, su impresión personal es que el pequeño parón registrado se deriva de la coyuntura política.

Por otra parte, y en relación a la escasa actividad que registra el mercado de vivienda nueva, Vidal señaló como un indicador evidente de esa situación que «algunas promotoras que nunca habían puesto a la venta producto a través de inmobiliarias están utilizando hoy en día ese canal».

Ramón Vidal reivindicó que los constructores no son la solución al problema de la vivienda, «pero somos una parte necesaria de esa solución» tanto en el ámbito público -las iniciativas que ha impulsado la Generalitat Valenciana para favorecer la creación de cooperativas «como en el ámbito privado».

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