No pudo ser. El Inter Alzira no pudo conseguir la victoria ante un potente Tecnidex. Bajo la dirección técnica del capitán Javier Vicent, el equipo cometió los mismos errores de siempre, haciendo concesiones que no se pueden dar si se busca la victoria. Para colmo, el Alzira se quedó huérfano en el minuto trece de su «gladiador» Catalin, que en una mala caída sufrió la rotura del cúbito de su brazo izquierdo. Baja muy importante que el conjunto acusó desde ese momento.

Con todo, no se puede reprochar la entrega, sobre todo de jugadores veteranos que esta temporada lo están dando todo por el equipo. José Carrasquer, con su trabajo ímprobo y callado, tuvo que jugar todo el partido, y Vicente Camarena pareció renacer por momentos. Después de diez minutos esperanzadores y llenos de ímpetu por los locales, que acorralaron a los visitantes en su zona de 22, se logró el ensayo de Joseph Hughes (5-0) en el minuto diez, pese a que el Tecnidex se había defendido en ese tiempo de forma inconmensurable.

Después aconteció la lesión de Catalin y el equipo se fue desdibujando, viéndose superado por los visitantes, que fueron imponiendo su superioridad ante la desazón y bisoñez de los ribereños, que solo pudieron aportar su entrega. Calabró y sus muchachos tienen ahora dos semanas por delante para descansar.