La Pirotecnia Alicantina puso ayer toda la carne en el asador y disparó más de 80 kilos de pólvora en el Concurs Nacional de Mascletaes de Alzira. El espectáculo, tan ensordecedor como asombroso, tuvo un terremoto final que, pese a ciertas dificultades técnicas, sorprendió al público.
El segundo disparo del concurso reunió a miles de personas en los aledaños de la plaza del Reino. Cuando las falleras de la corte de honor dieron la orden, la pirotecnia de los hermanos Sirvent empezó un espectáculo muy colorido que, a su conclusión, levantó una enorme ovación.
«Creo que hemos ofrecido al público una buena 'mascletà', con un terremoto bonito y de buen ritmo», explicó Sirvent. Si bien es cierto que el final del disparo contó con ciertas dificultades técnicas, el pirotécnico aseguró que las dos pausas formaban parte del plan inicial: «Queríamos hacer tres frases diferenciadas, con humo de colores, y debíamos dejar un cierto margen para que se escampase».
Para la Alicantina fue un verdadero alivio, al igual que lo fue para la Zaragozana el miércoles, el contar, de nuevo, con la posibilidad de disparar fuego aéreo. «Sin fuego áreo, una 'mascletà' parece más una traca gorda que una 'mascletà'», comentó.
«Este años hemos venido con ganas de ganar, de gustar al pueblo y de mantener la categoría de las 'mascletaes' de Alzira, por eso lo hemos dado todo, con un disparo de 82 kilos de pólvora, el doble que el año pasado», concluyó el pirotécnico. Una más, quedan otras cinco dentro de concurso.
