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Bernat Estela se consolida como artista de referencia de las fallas infantiles

El alcireño consigue el primer «ninot» infantil indultado en la historia de Císcar-Burriana de València Vumple 30 años de carrera artística

El prestigioiso artista alcireño Bernat Estela en su taller. vicent m. pastor

Treinta años después de aquellas fallas de 1989 en las que plantó su primer monumento, una creación para la falla infantil de la comisión Pintor Andreu de Alzira, el alcireño Bernat Estela alcanzó el cielo fallero con el indulto de su «Boom!», el ninot del monumento infantil de la falla Císcar-Burriana de València. Se trata de todo un hito para ellos, ya que se trataba de la primera vez en la historia de la falla que consiguen el indulto de uno de sus muñecos. Estela, tal y como recordó ayer para Levante-EMV, consiguió hace veinte años otro indulto, con la falla Exposició - Vicent Mascó.

No ha sido los dos únicos premios que ha conseguido a lo largo de sus tres décadas de carrera: este año, de hecho, el ninot indultado el pasado jueves también se hizo con el premio Tío Maravilla, el Essència Fallera y el galardón al Millor Ninot Infantil de Secció Especial. «Ganar todos estos certámenes ya fue muy especial, y me hizo esperar la gala del indulto más ilusionado si cabe», contaba al respecto Estela.

Con todo, nada se compara al momento en que la fallera mayor infantil pronuncia el nombre de tu falla. Para los miembros de la comisión representa un éxtasis de emoción y orgullo propio. Para el artista fallero supone otra cosa. Su trabajo es efímero por definición, y a partir de la noche del 19 de marzo solo queda de él el recuerdo, quizá unas fotos que nunca acaban de plasmar su grandeza. «Pero que un ninot tuyo acabe en el museo... Lo hace perdurar para siempre. Pienso que el día de mañana, mis hijos, mis nietos, podrán ir allí, detenerse y decir 'Mira, ese lo hizo mi padre, mi abuelo'». Una parada que los descendientes de Bernat podrán hacer en dos ocasiones.

El ninot «Boom!» se proclamó vencedor del certamen con 5.385 votos, tan solo 120 más que el segundo clasificado, una figura del artista Sergio Gómez para la falla Beteró. En tercera posición, ya más lejos, quedó la comisión Exposición, con 2.547 votos. Ambas figuras estaban dedicadas al Valencia CF, un tirón indudable en el año del centenario del club che. Aun así, el público hizo ganadora a la figura de Estela, una «cápsula del tiempo», como explica el artista: «El monumento representa una València del año 3019, tras un cataclismo nuclear. Era complicado adaptar el ninot de concurso a esta temática, por lo que al final pensamos en una cápsula del tiempo que un robot descubre mil años después». Una original escena que cautivó a los votantes.

Una larga trayectoria

Bernat Estela nació en 1966 en Alzira, y ya desde pequeño demostró una querencia especial por los monumentos falleros; no en vano, participó en la realización de la falla de su colegio, el Blasco Ibáñez. Empezó su carrera escultora en el taller del artista Julio Monterrubio hasta 1993, cuando decidió establecer un taller propio. Cuatro años antes ya había plantado el primer monumento con su firma, para la falla Pintor Andreu de Alzira.

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