Lo que nos jugamos todos los demócratas en estas elecciones es muchísimo, esta vez sí es que el futuro. No hace mucho, algunos ciudadanos y partidos presumían de ser de centro-derecha y liberales, pero a estas horas se han quitado la careta y se les ve la derecha-derecha con veleidades de totalitarismo y puro populismo lleno de mentiras que llevan dentro. Practican aquella premisa de que repite una mentira mil veces y será casi una verdad. Estamos en un momento histórico para que esta España nuestra que sea de todos y para todos.
Frente a la mentira hay que decir la verdad con solo un ejemplo: mientras la derecha en los siete años que gobernó subió las pensiones un 1,5 por cien, el gobierno progresista de Pedro Sánchez en solo 7 mese las ha subido 3,6 por cien las contributivas y las sociales un 6%.Esto es lo que se juegan los pensionistas.
¿Y los jóvenes qué? Yo les digo que son los que más se juegan: la tolerancia, la libertad, los servicios públicos, la igualdad. Y para las mujeres, imagínense lo que está en juego. Lean y escuchen las propuestas de los tres partidos de la derecha y comprobarán la importancia del momento.
Los trabajadores/as también están en peligro. Los que hemos vivido y cotizado más de cuarenta años sabemos perfectamente que significaría el retroceso. Y los demás para saberlo solo tienen que preguntar a sus padres, madres, abuelas y abuelos, independiente del color político que sean, y oir las explicaciones que recibirán. En algunos casos les podrán los pelos de punta.
El totalitarismo no va a llegar esta vez con armas. No, llega con mentiras y bulos utilizando dogmáticamente a los inmigrantes, y el nombre de una España a la que quieren solo para ellos. Pretenden que solo quepan los derechistas y sus historias rancias, queriéndonos robar la pluralidad de nuestra España moderna y los avances alcanzados con el progresismo, el feminismo, el ambientalismo, la tolerancia, las tradiciones y la diversidad cultural de los países y regiones, las lenguas que integran una España en la que da igual que seamos rubios altos, bajos o morenos.
Es responsabilidad de todos que la mentira, el engaño y el retroceso no lleguen a esta España democrática y constitucional.