Si la ceniza y los restos de la «cremà» que retira el servicio de limpieza es un indicador del tamaño de las fallas, los monumentos plantados este año en Alzira han sido los más voluminosos de los últimos años. Los camiones y volquetes desplegados por la empresa concesionaria del servicio de limpieza cargaron durante la madrugada y la mañana de ayer algo más de 300 toneladas de residuos, lo que supone un 13,3% más que en 2018 y un aumento del 21 % si se toma como referencia el año anterior, según los datos facilitados ayer por la concejalía de Servicios Públicos.

El dispositivo de limpieza arrancó, como suele ser habitual, hacia la medianoche -cuando algunos monumentos todavía seguían en pie y a pesar de la lluvia se registraba en esos momentos- y se prolongó hasta las nueve de la mañana con la retirada de las cenizas de la falla El Mercat, las últimas de la ruta establecida. Un equipo de sesenta personas con siete camiones bañera y veinte volquetes trabajaron en la retirada de los restos de la «cremà» con la pretensión de que la ciudad despertara con las calles totalmente despejadas y sin apenas restos de cuatro intensas jornadas festivas, ya que el calendario ha propiciado que el sábado miles de personas salieran a la calle en lo que para las comisiones fue el primer día de las fiestas. El edil Fernando Pascual detalló ayer que este dispositivo especial había retirado 300.300 kilos de cenizas y otros residuos en el entorno de los casales, si bien los equipos de limpieza continuaron durante todo el día retirando otros restos de calles y plazas.

Estas 300 toneladas mantienen la tendencia al alza de los últimods años por lo que a la generación de residuos durante las fiestas respecta. El edil de Gestión Urbanística detalló, por otro lado, la retirada de 27.580 kilos de residuos en las papeleras de cartón repartidas por las demarcaciones de las comisiones y que se renovaban a diario. «Si no hubieran estado esas 700 papeleras, esos 27.000 kilos de basura estarían por el suelo», comentó, mientras señalaba como un motivo de satisfacción haber sacado a la calles este tipo de recipientes siempre que hay fiestas con grandes concentraciones de público.

El alcalde de Alzira, Diego Gómez, por su parte, comentó ayer al realizar balance de las fiestas que hay que mejorar en aspectos como la limpieza y el civismo y planteó como una propuesta que se debería estudiar la creación de grupos de limpieza en las fallas que, con el apoyo municipal, contribuirían a que la ciudad estuviera más limpia, si bien señaló que el ayuntamiento no dejaría de vigilar y sacionar en su caso las conductas incívicas. Con todo, Gómez aplaudió «el gran trabajo realizado por las brigadas de limpieza y recogida de restos de la 'cremá'».

Por otro lado, Fernando Pascual destacó que no tenía constancia de ningún acto de vandalismo que haya generado daños relevantes en el mobiliario urbano -el año anterior únicamente ardieron dos papeleras de cartón- ni tampoco de que se hubieran producido incidentes graves. «Las Fallas se han celebrado con absoluta normalidad, con un gran ambiente festivo y con un comportamiento ejemplar por parte de los falleros. De ese modo se consigue que las Fallas sigan siendo Patrimonio Inmaterial de la Humanidad», incidió el edil, mientras reivindicaba el atractivo que han tenido las «mascletades» -aéreas de nuevo- para que numerosos vecinos de la Ribera se acercaran a vivir las fiestas en la ciudad.