Con las fallas de 2019 ya reducidas a cenizas, se abre en Alzira una nueva campaña electoral y, muy probablemente entre las elecciones generales-autonómicas de finales de abril y las municipales de mayo, las comisiones locales tendrán que acudir a las urnas para elegir al nuevo presidente de la Junta Local Fallera. El actual titular, Jaume Bohigues, que había anunciado su disposición a optar a un segundo mandato, medita en estos momentos esa decisión. «Ilusión no me falta», proclamó ayer, pero necesita tiempo para reconstruir un equipo y sopesar apoyos. Varios partidos políticos han incorporado a sus candidaturas a integrantes de su última directiva, mientras que otros le han comunicado su intención de regresar a sus respectivas comisiones para asumir nuevas responsabilidades.
Antonio Pascual, por su parte, pasadas las fiestas, confirmó ayer que su candidatura a la presidencia de la JLF está en marcha, como adelantó en su día Levante-EMV. «Soy una persona a la que le gustan las fallas, me jubilo pronto y tendré tiempo. Lo llevaba en mente hace ya tiempo y, si podemos y nos dejan, queremos trabajar por las Fallas de Alzira», comentó, mientras reivindicaba una Junta Local Fallera «fuerte que sea representativa de las comisiones». Pascual conoce la entidad ya que ejerció como vicepresidente durante tres años al lado de Vicent Muñoz, que la ha mostrado abiertamente su apoyo, y también presidió otros tres la falla Germanies, a la que pertenece. A la espera de la decisión que tome Bohigues -cuando se abra formalmente el proceso electoral también podrán concurrir otros candidatos-, Toni Pascual anunció una campaña respetuosa: «No voy a hacer a uno malo para que el otro sea bueno», resumió.
El reglamento fallero establece que, agotados los dos años de mandato, la JLF tiene hasta el 15 de abril para presentar el balance económico del ejercicio y en el momento en que presente las cuentas se abrirá un segundo plazo de quince días para convocar el proceso electoral.
Jaume Bohigues realizó ayer un balance más que positivo de sus dos años al frente de la JLF y, si bien tiene disposición para concurrir a las elecciones, dijo necesitar unos días para cerrar las cuentas, valorar con mayor tranquilidad este segundo año y confirmar con qué apoyos cuenta, entre otros aspectos, antes de dar el paso. Bohigues dijo haber sentido el apoyo de las fallas ya que la gran mayoría de presidentes le han trasladado mensajes de felicitación y/o ánimo. «El balance es superpositivo, es cierto que hemos tenido problemas económicos, pero hemos hechos tantas cosas que he acabado contentísimo», comentó, mientras aludía a la nueva sede, la celebración de actos «que no se habían celebrado nunca», las ayudas a las fallas que no tienen casal municipal o «haber elevado el área de cultura hasta un nivel que nadie hubiera imaginado».
Bohigues reconoció la «desbandada» que se producirá en la junta por diferentes factores, pero dijo que también cuenta con gente «muy buena» para un nuevo proyecto si finalmente concurre a las elecciones. La decisión la tomará en un par de semanas como máximo. Por su parte, se integrarán en la lista de Antonio Pascual el expresidente de la Gallera Javier Miró; Jorge Gimeno, que estuvo al frente de la Plaça del Forn; Salvador Camarena, de Germanies; y Óscar de la Merced, entre otros.
