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Sólo el 15% de las alcaldías de la Ribera han sido capitaneadas por mujeres

Localidades como Alberic, Cullera, Corbera, Guadassuar o l'Alcúdia no han sido gestionadas nunca por una fémina

Sólo el 15% de las alcaldías de la Ribera han sido capitaneadas por mujeres vicent m. pastor

El poder lo tienen ellos. El 84,4% de los máximos poderes municipales de la Ribera han estado en manos de hombres, mientras que solamente el 15,6% han estado en manos de mujeres. 237 varones frente a 44 féminas en estas cuatro décadas de vida democrática. Esta es la cifra que ofrece el Banco de Datos Municipal de la Generalitat Valenciana y que deja entrever la desigualdad existente.

Desde las elecciones de 1979 hasta hoy, se han ido incorporando a cuentagotas mujeres en la política local, pero la realidad es que aún sigue siendo una «rara avis» encontrarse con un pleno municipal paritario. El techo de cristal existe, lo que supone toda una serie de barreras que les impide acceder a los lugares de representación. Sin embargo, el trance empeora al observar las alcaldías, más difícil es llegar a los despachos y sentarse en la mesa de dirección.

El número máximo de alcaldesas lo ha tenido Benifaió, con tres, al que le siguen municipios como Antella, Almussafes, Carlet o Gavarda, que han tenido dos. En cambio, localidades como Alberic, Guadassuar o Cullera no han tenido en su legado local a ninguna primera edil. Se elevan a 15 los consistorios de la Ribera del Xúquer que no han sido nunca regentados por una mujer.

Pioneras

Las primeras alcaldesas despuntan en la segunda mitad de la década de los años 90 del siglo pasado. Veinte años después de la muerte del dictador, en los comicios de 1995, fueron proclamadas por primera vez en la comarca tres alcaldesas. Villanueva de Castellón, Llombai y Carlet se convirtieron, así, en localidades pioneras. Las socialistas Esther Guardiola y Mª Monserrat Forés junto a la popular Mª Ángeles Crespo fueron las primeras mujeres en presidir un Consejo Municipal en toda la comarca.

Carlet ha sido desde hace casi un cuarto de siglo una localidad con nombre de mujer. María Ángeles Crespo (Carlet, 1949) fue la primera en tomar posesión en junio de 1995 y consiguió mantenerse en el cargo hasta junio de 2015, la que más ha permanecido en el poder. La siguen las populares Lola Botella (Carcaixent), que estuvo 16 años al frente de su ayuntamiento, y Carmen Añó (Alfarp), que estuvo 14. Tras Crespo llegó Maria Josep Ortega, que sumará al finalizar la legislatura cuatro años más de alcaldía femenina en Carlet.

Una lista que crece despacio

Pero no son las únicas. La lista ha crecido, pero no tanto como la de los hombres. Además, muchas localidades han incorporado a una figura femenina a la alcaldía en la presente legislatura. Teresa Perucho dirigió el ayuntamiento de Alcàntera, mientras Marta Trenzano encabeza el de Algemesí. Celeste García (Alginet); Elena Bastidas (Alzira); Matilde Ferrá, Amparo Arcís y Marta Ortiz (Benifaió); Mª Antonia Vilar (Benimuslem); Marta Hernandis (Càrcer); Rosa Emilia Lorente (Cotes); Adela Martínez (Gavarda); Vanessa Baixauli (Montroi); Laura Sanjuán (Montserrat); Neus Garrigues (la Pobla Llarga); Rafaela Aliaga (Rafelguaraf); Carmen Ocaña y Mª Dolores López (Real); Pilar Alandes y Paqui Momparler (Senyera); Mª Consuelo Pons (Sumacàrcer); Pilar Blasco y Pilar Lozano (Turís); Mª Ángeles Lorent y Mª Carmen Santos-Juanes (Almussafes); Amparo Giner (Benicull); Oro Azorín (Favara); Anna González (Llaurí); Mª Carmen Llombart (Polinyà); Judith Capellino (Riola); Alicia Hervás (Sollana); Raquel Tamarit (Sueca); Mª Isabel Giménez, Amparo Estarlich y Emilia Ortiz (Antella); y Eva Roig (Beneixida) completan el listado.

«Antes de ser alcaldesa también fui la primera mujer funcionaria en el ayuntamiento y tomé la determinación de dejarlo para dedicarme a mi familia. Más tarde, me buscaron para ir en las listas del PP y la verdad es que me costó decidirme», admite Crespo, subrayando, así, las dificultades que había en los primeros años de la joven democracia para encontrar mujeres que concurrieran en las listas electorales.

«La xiqueta» que fue alcaldesa

Hablar de mujeres de la Ribera en el poder es hacerlo de Elena Bastidas, la única alcaldesa que ha dirigido la capital. «La primera vez que me presenté como candidata asumí un doble reto, porque era mujer y joven. A priori tenía más impedimentos que mis contrincantes, todos habían sido alcaldes y eran hombres: Pedro Grande (PSOE), Paco Blasco (PSI) y Alfredo Garés (Unió Valenciana)», comenta al respecto. Era 1999 y la alcaldía se la quedaría Pedro Grande, con el apoyo del Bloc, UV y EU. Bastidas todavía recuerda alguas de las mofas que tuvo que soportar: «Encontré un gran apoyo en mi partido, pero también una izquierda muy sarcástica que siempre hacía bromas conmigo. Un concejal del PSOE me llamaba 'la xiqueta' y lo hacía de forma despectiva. Pero 'la xiqueta' fue la más votada en 1999 y consiguió ser alcaldesa en 2003».

Bastidas ve a su partido todo un pionero a la hora de apostar por mujeres. «Muchas de las alcaldesas de la Ribera han sido del PP. Mientras unos hablan, otros hacemos. El PP ha sido una refernecia a la hora de apostar por mujeres y lo ha hecho con naturalidad, no para cumplir cuotas o por eslóganes. Las mujeres del PP abrimos un camino destacando por nuestra valía y nuestros méritos», señala Bastidas. Con todo, reconoce que en aquella época existía «una serie de hándicaps que hoy en día no se tienen». «No sé decir si lo tuvimos más díficil, aunque es cierto que hoy en día parece que es un poco más fácil acceder a puestos de poder siendo mujer. Pero antes una mujer tenía que cociliar su vida con las exigencias de una alcaldía, que no conoce horarios. De no haber sido así, seguramente muchas mujeres se habrían lanzado a ello», añade.

Si hay algo que la exalcaldesa de Alzira destaca, es la personalidad de aquellas mujeres que, como dice, abrieron el camino: «Éramos, y somos, mujeres con mucha personalidad, que no dejaban que nadie se le subiera a la chepa. Tuvimos alcaldías importantes y éramos una referencia para otros pueblos. Además, siempre he reivindicado que las mujeres aportamos una sensibilidad a la hora de hacer política que los hombres no tienen».

El de mujer joven es un perfil que también se puede aplicar a la alcaldesa de Benifaió, Marta Ortiz. Pese a que asegura haber sido aceptada por compañeros y trabajadores del ayuntamiento, asegura: «Nunca está de más reivindicar nuestra lucha, para seguir rompiendo techos de cristal. Lo ideal sería que más mujeres se atrevan a presentar candidaturas y puedan ser alcaldesas».

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