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Crisis citrícola

Copal pierde 85.000 euros en la venta de navelinas a pesar de la baja liquidación

Los socios trasladan su malestar a la junta y exigen transparencia en la última asamblea - También reclaman ayudas directas para los productores

Copal pierde 85.000 euros en la venta de navelinas a pesar de la baja liquidación

Como era de esperar, los agricultores socios de Copal levantaron la voz en la asamblea celebrada el pasado jueves contra el maltrato económico que ha supuesto la liquidación de las naranjas navelinas, que la cooperativa de Algemesí pagó a 1,05 euros la arroba. Esta cifra, que supone también un hito histórico, no ha servido, sin embargo, para maquillar las cifras generales de Copal: el balance de la campaña de navelinas ha arrojado unas pérdidas de 85.000 euros, según informó a sus socios en la asamblea celebrada el pasado jueves, un montante que la cooperativa se ha visto obligada a cubrir con fondos de reserva.

El jueves, sin embargo, el foco estaba en la situación de cada agricultor. Varios miembros de Copal tomaron la palabra para alzar la voz contra unas tarifas que, en la mayoría de casos, no pueden cubrir los gastos del campo. Algunos de ellos plantearon a la cooperativa la posibilidad de realizar un plan de ayudas a los propietarios, calculadas en función de las hanegadas de cada campo y no en el tipo de producción. La gerencia se comprometió a estudiar esa posibilidad y comunicar una decisión en la próxima asamblea, que tendrá lugar el 23 de abril.

En este contexto, entre los cooperativistas comienzan a sembrarse dudas acerca de la viabilidad económica de la cooperativa si persiste el desplome de precios, según señalaron ayer varios socios. Algunos agricultores también afearon la poca transparencia en las cifras económicas de la cooperativa. Este periódico trató de contactar en varias ocasiones a lo largo del día de ayer con el presidente de Copal, Raúl Aliaga, para contrastar esta y otras impresiones, pero no fue posible.

Acuerdos de la anterior junta

El nivel ínfimo de los precios no fue la única patata caliente a la que se tuvo que enfrentar el consejo directivo de la cooperativa de Algemesí, renovado en las elecciones celebradas a finales de febrero. Tras este hecho, su escaso tiempo en el cargo, se escudaron los miembros de la junta para esquivar las críticas del resto de cooperativistas. Por ejemplo, la venta a la baja de los 25 millones de kilogramos de navelinas para zumo que produjeron los miembros de Copal, que en la Lonja cotizaron a un mínimo de 1,40 euros la pasada campaña, se realizó atendiendo a un acuerdo de la anterior gerencia, según explicaron los miembros de la actual junta. Los socios, en este punto, recordaron que gran parte del renovado consejo ya estaba en el anterior „el actual presidente, mismamente, era el secretario„, por lo que no cabía esa justificación. «Esta nueva junta se enfrenta a problemas que nacen de la anterior gestión, somos conscientes. Pero hay muchas cosas que no son verídicas ni creíbles», afirmó un socio al respecto.

Nueva asociación de agricultores

Varios miembros de Copal, productores y agricultores, han formado un grupo independiente de la gerencia de la cooperativa para «defender con más fuerza» sus productos, tal y como explicó uno de sus miembros. Una unión surgida en vistas a un contexto que es cada vez es más hostil para el agricultor, y en la que ya tampoco las cooperativas parecen servir de apoyo. «Antes, los agricultores se peleaban por entrar en Copal; ahora todos miran el calendario para ver cuándo se acaba el contrato de vinculación», se explayó otro para evidenciar su hartazgo. El futuro del sector no invita precisamente al optimismo.

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