Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Juan José Colomer: "Me dejé el cine porque me limitaba y no pienso volver, no me interesa"

El ganador de un premio Grammy asegura que prefiere hacer música de concierto «porque plantea más retos»

El compositor musical Juanjo Colomer, durante su última visita a Alzira. r. sebastián

El compositor alcireño Juan José Colomer visita poco España. Su pasión, y posteriormente su profesión, le mantienen atareado en Estados Unidos. Allí, incluso, ha sido galardonado con un Grammy Latino. Concretamente, por el CD «Spanish Passion», en el que trabajó junto a Plácido Domingo. No obstante, no podía perderse la presentación del libro «Un músic de pel·lícula!»; escrito por Guillermo Colomer, con ilustraciones de Esperança Martínez y publicado por la editorial alcireña Reclam.

¿Cómo se siente cuando una editorial de su localidad le propone hacer un libro sobre su vida?

Me halaga muchísimo. Al principio tenía algunas dudas, porque no considero que mi vida sea interesante. Una cosa es vivirla y otra muy distinta, contarla. La vida del compositor es muy aburrida, aunque a veces desde fuera se tenga la imagen de que es glamurosa.Estás en tu casa encerrado, componiendo y prácticamente sin ver a nadie. Pero bueno, me eché adelante porque me parecía un proyecto muy bonito. Al estar enfocado a niños, no es una biografía densa.

¿Qué es lo que más le gusta de esta nueva obra?

Me encanta el enfoque que se le ha dado, con anécdotas que funcionan de hilo conductor, lo que lo hace muy ameno. De hecho, estoy muy contento con el trabajo, porque no sabía muy bien qué contar y aportar a un libro ilustrado dirigido a niños. La visión de Guillermo y Arturo ha sido genial. El conjunto que se forma con las ilustraciones me parece sensacional.

¿Cómo da el paso de marcharse a Estados Unidos?

La mejor manera de dar estos pasos es sin conciencia. Si lo piensas no lo haces. Es cierto que en mi caso fue todo muy progresivo. Estuve en Boston un par de semestres y se me acabó el dinero. En ese momento me di cuenta de que en mi campo, era más difícil encontrar un trabajo que hacerlo. En vez de volverme a España, decidí dar el salto e ir a Los Ángeles a intentar hacer en la vida profesional lo que había ido a aprender a la escuela.

¿Fue duro el contraste?

Aquí tenemos un modo de percibir la vida diferente. S le pone mucho énfasis a vivir la vida, salir y ver a tus amigos, hacer cosas interesantes. Fuera la vida está mucho más enfocada al trabajo, sobre todo en Los Ángeles. Allí no hay habitantes, hay competencia. Es una ciudad en la que han emigrado los mejores o gente muy idealista dispuesta a labrarse un futuro.

¿Qué destacaría por encima de cualquier otra cosa de todos estos años en Estados Unidos?

Me quedo con que siempre he hecho lo que en ese momento pensaba que quería hacer y no me he echado atrás por pensar que podría ser complicado o que podría echar de menos mi país. Siempre he hecho lo que me apetecía. Seguramente habré hecho algunas cosas fatal, pero así es como se aprende.

¿Cómo es el día a día de un compositor?, ¿han cambiado las rutinas con los avances tecnológicos?

Un compositor tiene que estar encerrado siempre. Da igual que uno trabaje con lápiz y papel o en un estudio lleno de máquinas. El aislamiento es necesario porque necesitas alejarte del ruido. Es un trabajo que exige mucha disciplina. Algunas veces uno se pone y empieza a surgir todo de manera fluida, pero la mayoría de las veces lo que se encuentra es la nada. La mente no coge y de repente te pone delante una melodía delante. Además, eso es lo de menos porque debes saber qué hacer con ella. Beethoven no estuvo un día y de repente dijo: «pa-pa-pa-pa (tararea la 5ª Sinfonía de Beethoven), menuda melodía se me acaba de ocurrir». Tienes que saber qué hacer con esas cuatro notas y cómo desarrollarlas. El talento es lo que lo convierte en una obra completa.

En el pasado se dedicó a la composición de bandas sonoras de películas. ¿Cómo era aquello?

Yo fui a Boston porque quería especializarme en música de cine y trabajé en ello durante bastantes años. Hoy en día se le da un enfoque diferente. Te dan las músicas prácticamente editadas a base de retazos de otras. Es muy difícil. El director ya tiene en mente lo que quiere y creo que creativamente me limitba mucho. Prefiero hacer música de concierto porque te plantea retos muy buenos, puedes decir esta es mi voz y es lo que yo quiero aportar. En una película eso no pasa. El cine me lo dejé hace como quince años y no pienso volver, no me interesa.

¿Ahora mismo qué proyectos ocupan su tiempo?

Acabo de estrenar una ópera en Los Ángeles. En los últimos años he estado con proyectos muy grandes. He estado con el ballet de Sorolla, esta ópera y otra también del pintor, además de música de cámara. Ahora tengo un par de proyectos que no han salido y pronto verán la luz, pero no puedo dar detalles. Lo bueno de esto es que si no tienes trabajo para el futuro, te lo inventas.Es cierto que en este trabajo uno tiene que llamar a puertas, a veces vienen y te piden algún proyecto en concreto. Constantemente tienes que estar en la mente de las personas.

Compartir el artículo

stats