La Acequia Real del Júcar puso en marcha en 2001 un ambicioso proyecto para mejorar la eficiencia hidráulica del riego. Millones de euros en infraestructura para pasar del tradicional riego 'a manta' a la opción más moderna del goteo. A priori, todo eran ventajas: un ahorro considerable de agua, la reducción del aporte de fertilizantes y un menor consumo de electricidad, principalmente. Sin embargo, aún con todavía varias fases por desarrollar, algunos agricultores empiezan a observar algunos «fallos» en el sistema, especialmente aquellos que se dedican a cultivar productos ecológicos, que se sienten perjudicados por el cambio. Algunos de ellos denuncian que el nuevo sistema incluye la utilización de abonos químicos que ponen en peligro los certificados que acreditan el factor ecológico de su cosecha.

Según relata Francisco Sancho, agricultor de Gavarda, tras las obras de modernización de la cequia se han visto «obligados» a utilizar el sistema de riego por goteo, pese a que todavía existen parcelas de la localidad que anegan totalmente sus campos para satisfacer sus necesidades hídricas. Una vez finalizado el proceso, todos los agricultores recibirán agua a través del riego por goteo, lo que imposibilita a los productores ecológicos su labor. «Es cierto que ahora la acequia todavía trae agua para algunas parcelas, pero llegado el momento nos obligarán a todos a usar el riego por goteo», comenta al respecto Sancho, que prosigue: «Para mí supone un conveniente, porque cada día tiran abono químico todos los días, así que si yo riego mi campo con ese agua, perderé la certificación ecológica».

En esa línea, el agricultor envió un escrito a la junta local de la Acequia Real en el que explicaba su situación y denunciaba encontrarse «en una situación claramente perjudicial». En el documento también solicitaba que le suministren «agua limpia» para seguir con su actividad productiva y que las parcelas «sigan siendo óptimas para la producción ecológica reconocida por el Comité de Agricultura Ecológica de la Comunitat Valenciana». Asimismo, solicitaba que se certificase que en sus parcelas «no serán ni han sido abonadas por agua abonada», para que pudiese garantizar su carácter ecológico.

«No se ha tenido en cuenta»

La acequia advirtió a los agricultores, varios meses atrás, del cambio que se iba a realizar. Dio la opción de mantener el riego 'a manta' a aquellos que acreditaran correctamente su producción ecológica mientras dicho servicio continuase activo. Pero después «no se ha previsto la agricultura ecológica, no se ha tenido en cuenta pese a que es una alternativa en crecimiento», lamenta Sancho. De hecho, el último informe anual sobre producción ecológica presentado por el citado comité revelaba que la superficie destinada a dichos productos ha crecido un 18 % en el último año.

Asimismo, la Acequia respondió a las peticiones de Sancho y le comunicó que se le facilitaría un punto de toma de agua sin abono desde la infraestructura de riego a presión desde donde podría conectarse realizando la infraestructura necesaria a su costa. Algo complicado para muchos agricultores: «No puedo pagar el enganche que piden porque está muy lejos, valdría más eso que toda mi parcela», argumentó Sancho.