Unos delincuentes asaltaron en la madrugada de ayer una tienda de telefonía móvil ubicada en una céntrica calle de Alzira tras reventar el cristal blindado del escaparate con un bloque de hormigón de los que se utilizan para fijar en el suelo las vallas perimetrales de una obra. Una vez en el interior forzaron también la puerta del almacén y se apoderaron de buena parte de los teléfonos móviles que había en el establecimiento, especialmente de los de alta gama. Un portavoz de este distribuidor de Orange cifró en torno a 20.000 euros el daño sufrido en esta acción, una cantidad que incluye tanto el valor de los terminales sustraídos, unos 12.000 euros, como los desperfectos ocasionados en la tienda. «Sabían lo que hacían», resumió por la selección de teléfonos que realizaron en los pocos minutos que se presume tuvieron para perpetrar el robo, ya que las fuerzas de seguridad se personaron con gran celeridad.

La alarma de este establecimiento ubicado en la calle Pérez Galdós de Alzira saltó minutos después de las cinco de la madrugada de ayer. Los delincuentes habían destrozado el cristal exterior para acceder y, en base a las primeras informaciones recabadas por la empresa propietaria, únicamente un encapuchado llegó a entrar en la tienda, si bien no se descarta que contara con el apoyo de al menos una segunda persona en el exterior. Rompió la puerta que da acceso al almacén y sustrajo buena parte de los móviles que había en estas dependencias. Las imágenes grabadas por las cámaras de vigilancia que hay en el establecimiento servirán de apoyo a la investigación que realicen las fuerzas de seguridad.

Mismo «modus operandi»

Se trata del primer robo que sufre este establecimiento en los siete años que lleva en Alzira, si bien otras tiendas del mismo distribuidor han sufrido asaltos con el mismo «modus operandi» en Tavernes y Sagunt, confirmaron fuentes de la empresa.

Cabe recordar que otra tienda de telefonía móvil ubicada en la avenida Santos Patronos de Alzira ya sufrió el pasado verano un robo después de que cuatro encapuchados empotraran un vehículo contra la puerta de acceso -el conocido como método del alunizaje- y sustrajeran una gran cantidad de móviles, tanto los que había en el almacén como en la zona de pruebas para los clientes, seleccionando también aquellos de alta gama que tienen un valor más elevado.