El coche de la Policía Local de la Pobla Llarga estaba, hasta ayer, sin la ITV en regla. Y así ha estado varios meses. El motivo, según detallaron fuentes oficiales: «Un cúmulo de circunstancias accidentales ajenas al cuerpo». El vehículo ha sufrido varias averías desde que forma parte de la flota municipal y, además, las luces policiales no estaban homologadas. Taras que han servido para quedarse en un par de ocasiones sin haber pasado la revisión técnica.

Según la documentación a la que ha tenido acceso Levante-EMV, el vehículo tuvo la inspección técnica en vigor hasta el 30 de diciembre de 2018. El jefe de Policía, Paco López, alegó ayer que la irregularidad se ha prolongado, a lo sumo, unos tres meses. Tanto él como la alcaldesa de la localidad, Neus Garrigues, coincidieron en que el vehículo ha dado problemas prácticamente desde su adquisición, hace unos cuatro años, a través de una empresa de renting (alquiler). «Nos ha pasado, en varias ocasiones, que el coche haya estado meses en el taller y los agentes han tenido que circular con uno de sustitución. Al tratarse de un servicio de renting, los procesos para realizar una reparación son más largos», subrayó Garrigues, que recordó que la problemática se arrastra desde la legislatura anterior. Asimismo, señaló que fueron los propios agentes los que la alertaron de que el vehículo carecía de la inspección técnica.

Por su parte, López relató la epopeya vivida por el vehículo en los últimos meses: «Fuimos a pasar la inspección una primera vez a Catarroja, el lugar al que nos obliga a ir la empresa de renting, y nos encontramos con el sistema informático caído. Tuvimos que volver a pedir cita y, para entonces, se estropeó, por lo que no pudo pasarla por problemas mecánicos. Para nuestra sorpresa, cuando fuimos a cambiar las ruedas y dispuestos a pasar la inspección, se detectó que las luces de policía no estaban homologadas de acuerdo a la normativa». A todo ello se sumarían varios conflictos con la empresa encargada del servicio por cuestiones económicas.

Pese a ello, López insistió en que, conscientes de la situación, «el vehículo ha circulado poco». «De hecho, ha estado más tiempo en el taller que en la calle», subrayó. Asimismo, Garrigues señaló que su intención es la de adquirir en propiedad un vehículo para la Policía Local y, de ese modo, poder prescindir del servicio de renting actual.