Un sábado cualquiera, el parque de l'Alquenència de Alzira alberga varias decenas de personas. Niños que juegan en columpios y toboganes. Adultos que les acompañan o que sacan a pasear a sus perros. Pero ayer fue una excepción, ya que rebosaba vida por todos los costados. Ayer fueron cientos los niños y padres que se dieron cita en el parque. Vecinos de la ciudad, de la Ribera o de otras comarcas. Nadie quiso perderse la edición más grande del Nan@fest.

El festival infantil que organizó el ayuntamiento, ya es su tercera edición, congregó a una gran multitud prácticamente desde su apertura. Todavía no era mediodía y los niños abarrotaban casi todo el parque, creando una estampa que sólo se produce una vez al año. De hecho, los distintos padres comentaban, en no pocas ocasiones, que es «una lástima que no se hagan cosas así más a menudo». Salta a la vista que el Nan@fest agrada tanto a grandes como a pequeños.

Algunos no tardaron en ocupar las primeras filas del escenario principal para disfrutar con la Pandilla de Drilo. Aquellos con un espíritu musical no se perdieron el taller de introducción a la batucada. Y dada la elevada temperatura, fueron muchos los niños que se acercaron a la zona de juegos acuáticos. Se arremolinaban junto a un asiento, sobre el que se situaba un globo de agua. Uno de ellos se sentaba a la espera de que otro, con la puntería suficiente, acertara en una diana cuyo mecanismo explotaba el globo, empapando al que estaba debajo. Otros paraban un momento en las zonas de relax para descansar o cogían fuerzas en la de las «food trucks».

La diversión fue el factor común de una festiva jornada que recibía cada vez más visitantes a medida que se avanzaba la tarde. No es de extrañar que a la hora de echar el cierre, los niños, pese a estar agotados, todavía tuviesen ganas de más.