Para la formación morada los principios éticos son casi tan importantes como las propuestas concretas, ya que las segundas no se pueden llevar a cabo si dichos valores no están presentes en los políticos que pretenden llevarlas a cabo. Tanto es así que contempla la censura y revocación de sus concejales, en caso de obtenerlos, si estos realizan una mala gestión o incumplen de manera «flagrante y no justificada» tanto el programa como el código ético. «Si la Comisión de Garantías considera conveniente el cese de una de las personas que se rigen por este código ético, éste adquiere el compromiso de dimitir de su condición de cargo electo», recoge su programa, que también contempla la renuncia o el cese «inmediato» de los cargos que, en un caso hipotético, fuesen imputados en casos de corrupción, prevaricación, malversación u otras actividades ilícitas relacionadas con la gestión pública.

Asimismo, entre los puntos de dicho código ético también se aboga por crear una «cultura administrativa de transparencia», así como promover la prevención de riesgos laborales y de la participación del personal del ayuntamiento en el desarrollo de su misión. También lanza una proclama contra la discriminación y el acoso laboral. La transparencia y el «buen uso» de los bienes públicos son otras de las claves.

Comercios en la Vila

También presentaron propuestas concretas para la ciudad. En el apartado de vista económico, Podemos defiende incentivar la puesta en marcha de pequeños comercios en la Vila. «Está demostrado que los centros históricos se mantienen vivos si se potencia el uso residencial y si éste se compatibiliza con el pequeño comercio», arguye el partido. Además promete bonificar el IBI a las empresas que contraten a mayores de 45 años y generen nuevos puestos de trabajo.