En las elecciones de 2015 irrumpió con cierta fuerza Ciudadanos, que entró en el ayuntamiento alcireño con dos concejales gracias a los 1.773 apoyos obtenidos. Aquel año comenzó a sangrar el PP. En 2011, la candidatura de Elena Bastidas obtuvo el respaldo de 11.747 vecinos de la capital ribereña (más de la mitad de los votos contabilizados, concretamente el 51,75 %). La cifra se redujo de manera considerable en los últimos comicios municipales, que dejaron a los populares con 7.507 votos y fuera del equipo de gobierno.

11.509 votos

El paso de los años parece no haber sentado bien al PP, al menos esa es la lecutra que puede extraerse de los resultados de las elecciones generales y autonómicas. La votación para seleccionar la representación en las Corts se saldó con 4.691 apoyos mientras que en la elección al Congreso de los Diputados la cifra fue menor: 4.313. En ese sentido, los populares realizan, en uno de sus panfletos electorales, una extrapolación directa de los resultados de las generales y cómo, de repetirse unos similares en las municipales, se compondría el ayuntamiento.

El bloque de la derecha sumaría más votos que el de la izquierda, pero eso no impediría que se repitiera un tripartito progresista. PP, Ciudadanos y Vox sumarían 11.509 apoyos (cifra que, curiosamente, se asemeja a la obtenida por Elena Bastidas en los comicios de 2011). Compromís, PSPV y EU tendrían 11.384 votos, pero en la traslación de votos a concejales, la coalición progresista se impondría a la conservadora. Algo que no ocurriría, tal y como señalan los populares, si son ellos los que concentran el voto, ya que con esos 11.509 apoyos podrían repetir una mayoría absoluta.

El panfleto popular concluye con el mensaje «Recuerda: si no votas PP...», que va acompañado de una fotografía de los tres líderes del tripartito (Diego Gómez, Isabel Aguilar e Ivan Martínez), algunas de ellas en las que se ven banderas catalanas o la enseña republicana, dando a entender que ese es el futuro que le espera a Alzira si no ganan las elecciones.