La soledad es la principal compañía de una parte considerable de la población de la Ribera. Uno de cada cuatro hogares de la comarca está habitado por una única persona y de estós, casi la mitad lo está por un vecino que es mayor de 65 años. Al otro lado de la balanza, sólo un 5 % de los hogares de la comarca cuenta con cinco o más residentes, un equivalente al modelo convencional de familia numerosa (a partir del tercer hijo). Los datos corresponden al último estudio publicado por la Conselleria de Economía Sostenible sobre estimación de moradas por comarcas, que toma como referencia la encuesta continua de hogares del INE.
La estadística es contundente. Uno de cada diez hogares está habitad por una única persona que supera los 65 años. El informe realizado por el Institut Valencià d'Estadística, que hace referencia al ejercicio 2018, cifra en 29.944 el número de viviendas unipersonales registradas en la comarca (21.092 en la Ribera Alta y 8.852 en la Ribera Baixa), sobre un total de 118.269. De éstas, 12.867 corresponden a vecinos que ya han cumplido o superan los 65 años. La mayor longevidad de las mujeres hace que una parte considerable esté habitada por féminas (9.352 frente a los 3.515 hombres).
Prácticamente un tercio de los hogares están habitados por dos personas, concretamente el 29 %. De éstos, 5.944 corresponden a familias monoparentales que tienen un hijo menor de 25 años. En dicho caso, nuevamente el número de hogares es superior en el caso de las mujeres que en el de los hombres (4.956 frente a 988).
Crecen los lares con hijos
Uno de los grupos poblacionales más númeroso es el de hogares compuestos por una pareja y sus hijos (35 % del total), por encima del de aquellas que carecen de descendencia (21 %). Curiosamente, esta última tipología ha crecido de manera considerable. En 2017, el Institut Valencià d'Estadística contabilizaba 24.710 lares cuyos dos residentes no tenían hijos. La crifra aumentó en 2018 hasta los 24.976, es decir, un crecimiento de más de 200 hogares en tan sólo un año.
A medida que el tamaño de la vivienda aumenta de inquilinos, se reduce el número de hogares de dichas características. Si las casas en las que habitan 3 personas suponen el 22 % del total, las que cuentan con cuatro residentes representan el 18 %. Por último, alrededor de un 5 % son lares en las que viven cinco o más personas. Aunque se trata de la cifra más reducida, ésta ha aumentado de manera considerable en los últimos años. De hecho, hay un 7 % más que en 2014. No obstante, la estadística no especifica cuántas son puramente familias numerosas y cuántas están habitadas por miembros de diferente grado de consanguinidad (abuelos, tíos, hermanos, etc.).
