Las últimas campañas de la fruta de verano han fluctuado entre malas y ruinosas y la temporada actual no ofrece perspectivas de mejora ante los bajos precios que marca el mercado, por lo que algunos agricultores de la Ribera han optado por arrancar campos enteros de melocotones, nectarinas o albaricoques nada más recolectar la cosecha para no seguir perdiendo dinero. El paraguayo tampoco se salva de una coyuntura adversa para las variedades más tempranas que predominan en la comarca. La Cooperativa Agrícola de Carlet, principal productora de fruta de hueso de la Comunitat Valenciana, estima que la próxima campaña tendrá una merma de un millón de kilos al haberse extendido esta práctica de forma «relativamente importante», admite el director general, José Climent. Unos agricultores arrancan los árboles; otros simplemente abandonan el cultivo por falta de rentabilidad.

«Lo tenemos todo, pero...»

Imposición de precios