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El mercado inmobiliario registra el mejor arranque de año desde 2008

Las 954 transacciones que computa el ministerio entre enero y marzo representan un repunte del 10,5 % respecto de 2018 - Casi el 97 % de operaciones se centran en inmuebles de segunda mano

Inmuebles en venta en una céntrica calle de Alzira. v. m. pastor

­El mercado inmobiliario de la Ribera continúa en proceso de recuperación a juzgar por el volumen de transacciones formalizadas en el primer trimestre del año, aunque de nuevo este repunte se sustenta sobre un único pilar, la vivienda de segunda mano, que representa casi el 97 % de todas las operaciones. El Ministerio de Fomento contabiliza entre enero y marzo un total de 954 compraventas de inmuebles en la comarca, una cifra que mejora ligeramente la estadística del trimestre anterior, a pesar de que el tramo final del año suele ser una época propicia para el mercado y ofrece habitualmente registros muy positivos, y a la vez representa un repunte del 10,5 % en comparación con el primer trimestre de 2018. Estas 954 transacciones contabilizadas son el mejor registro de los últimos once años en ese primer trimestre ya que hay que remontarse al ejercicio 2008 para encontrar un nivel de actividad mayor (1.138 operaciones). La cifra triplica, por ejemplo, las formalizadas en 2013, cuando se tocó fondo con apenas 315.

Con todo, la recuperación del sector mantiene un punto débil, cuando no preocupante, ya que es el mercado de segunda mano el que acapara casi la totalidad de transacciones. Valga como ejemplo el caso de Cullera, la capital turística de la Ribera, que cada trimestre encabeza el «ránquing» de transacciones gracias a la gran bolsa de segundas residencias que hay en la playa. Las 187 operaciones formalizas entre enero y marzo tienen por objeto inmuebles de segunda mano. Es decir, el ministerio no computa este trimestre la compraventa de ninguna vivienda de obra nueva en Cullera.

Cierto es que el pinchazo de la burbuja inmobiliario provocó un parón absoluto en el sector de la construcción y que, en los últimos años, apenas se han iniciado nuevas construcciones, por no decir ninguna. Cabe recordar que, en el caso de Alzira, dos empresas solicitaron en mayo licencia de obras al ayuntamiento para iniciar dos grandes promociones -una con 35 viviendas y otra con 50 y, en ambos casos, con piscina en la cubierta-, lo que rompía una parálisis de más de una década en la que la actividad del sector se limitaba a la construcción de unifamiliares y reformas. A juzgar por la estadística de transacciones, la ausencia de nuevas promociones ha sido generalizada y es la vivienda usada la que protagoniza prácticamente toda la actividad en el mercado inmobiliario.

En concreto, 923 de las 954 operaciones que computa el ministerio entre enero y marzo se concentran en este segmento del mercado, lo que representa el 96,75 %. También es significativo el caso de Sueca, la otra ciudad con franja litoral de la Ribera, donde 110 de las 111 transacciones del trimestre son de inmuebles de segunda mano.

Casi todo renta libre

Por otra parte, la estadística oficial también revela que casi la totalidad de transacciones se centran en el mercado de la vivienda de renta libre (98,42 %), mientras que las operaciones con vivienda protegida siguen siendo testimoniales.

Por último, entre enero y marzo únicamente hubo tres municipios de la Ribera que no registraron ninguna transacción. Se trata de Beneixida, Polinyà y Sellent. La mejora de la economía ha contribuido a reducir de forma progresiva el número de localidades en que la parálisis del mercado inmobiliario es total.

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