Las malas relaciones entre los representantes del PSPV y Compromís han hecho saltar por los aires los gobiernos de Botànic (el modelo de consenso del Consell) en municipios de la Ribera tan importantes como Sueca, Algemesí y Guadassuar. Las malas relaciones entre los dirigentes locales de las formaciones políticas, las ambiciones personales o las desconfianzas larvadas durante años por supuestos agravios y desdenes han dificultado la confluencia y la formación de ejecutivos de progreso. La presión ejercida por las direcciones de ambos partidos, que pactaron junto a Podemos estar vigilantes, tampoco ha sido suficiente para forzar la negociación e imponer acuerdos. En Sueca, el líder socialista local salió alcalde con el voto del PP y Cs y en Guadassuar las divergencias en la izquierda provocaron la elección por sorpresa de un alcalde del PP.
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