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Análisis

El Pacte del Botànic encalla en la Ribera

Los municipios en que los recelos entre PSOE y Compromís bloquean los acuerdos superan a aquellos en que sí se han cerrado pactos

El Pacte del Botànic encalla en la Ribera

La traslación del Pacte del Botànic a los ayuntamientos de la Ribera ha provocado importantes vías de agua en el bloque de la izquierda a pesar de que, en el ámbito municipal, los acuerdos dependían únicamente de dos fuerzas políticas (PSOE y Compromís), dado que Unides Podem apenas ha obtenido representación en la comarca. El caso de Sueca es, sin duda, el más llamativo ya que el candidato del PSPV, Dimas Vázquez, ha arrebatado la alcaldía a Compromís con el respaldo del PP y Ciudadanos a pesar de que la izquierda disfruta de una amplia mayoría de catorce concejales -ocho de Compromís y seis del PSOE- en una corporación de 21 y de la amenaza de expulsión por parte de la dirección socialista tanto a Vázquez como al resto de ediles. No obstante, no es un caso aislado de falta de entendimiento entre estas dos formaciones.

De hecho, pese a las negociaciones mantenidas en las jornadas previas a la sesión de investidura, ha sido imposible alcanzar acuerdos de progreso en el marco del Pacte del Botànic en media docena de municipios de la Ribera. Por contra, Compromís y PSOE han pactado para gobernar en coalición en únicamente cuatro ayuntamientos, en unos casos «in extremis», como sucedió en Carlet, mientras que en Carcaixent los socialistas propiciaron con su abstención la investidura del nacionalista Paco Salom aunque hasta ayer no se hizo público el acuerdo alcanzado, que precisamente lleva fecha del sábado 15.

Por otra parte, en aquellos municipios en que bien el PSOE o Compromís disfrutan de mayoría absoluta, por regla general, tampoco se ha buscado la implicación del socio preferente en base al Pacte del Botàtic y se ha optado por un gobierno monocolor. Conocidas son las diferencias que históricamente separan a ambos grupos en Almussafes, por citar un ejemplo.

Si en Sueca la negociación abierta con el bloque de la derecha ha permitido a Dimas Vázquez asumir la alcaldía en minoría, de momento, en Guadassuar, la falta de acuerdo entre Compromís y PSPV propició que el sábado, por sorpresa, el popular Vicent Estruch se hiciera con el bastón de mando. Cierto es que el PP fue el partido más votado en la jornada electoral del 26M, aunque la izquierda suma ocho escaños por los cinco que sustentan a Estruch. La negociación para reeditar la coalición de gobierno de la legislatura anterior ha encallado en el debate sobre cuánto tiempo debía asumir cada grupo la alcaldía, una exigencia que planteó el PSOE, que cuenta con tres ediles por los cinco de Compromís.

Tampoco ha sido posible el acuerdo en Algemesí, donde la alcaldesa socialista, Marta Trenzano, salió reforzada de la jornada electoral al conseguir ocho escaños. El PSOE no ha tenido excesivos problemas en reeditar el acuerdo con Esquerra Unida, aunque no ha sucecido lo mismo con los nacionalistas, que apoyaron la investidura de Trenzano y todo apuntaba a un acuerdo inminente. El gobierno no ha cedido finalmente a las exigencias del grupo que ahora lidera Lorena Calatayud y ha buscado un apoyo externo en el único edil de Cs, Édgar Bresó, para garantizar la estabilidad.

Otros municipios a los que no se han podido exportar el Pacte del Botànic son Favara, donde Oro Azorín (Compromís) gobernará en minoría, ya que está muy reciente la fractura de la coalición en la que tenía al PSOE como socio; mientras que en Montserrat será el socialista Josep Maria Mas el que gobierne en minoría a pesar de que un pacto con Compromís garantiza la mayoría absoluta. En Albalat, EU lidera un pacto de progreso al que se ha sumado Compromís, pero no el PSPV. El Pacte del Botànic sí se ha podido aplicar en Alzira y Antella -el Pacte de la Vila y el de l'Assut, respectivamente-, además de Carlet y Carcaixent.

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